Alta Vibra

Alta Vibra

Jonas Kopp: “Entendí que puedo llegar a dar un mensaje y sanar a través de la música y los sonidos.”

Artículos | Por DJ Mag Latinoamérica | 24 de mayo de 2017

A días de la salida de su nuevo álbum de estudio “Photon Belt”, charlamos con el argentino que reside en España para investigar los pormenores de un presente increíble que se basa en marcados fundamentos. Con explicaciones para todo y nada librado al azar, Jonas tiene un mensaje para dar a cada paso. Cómo aprendió, su manera de trabajar bajo presión, los detalles de su relación con una institución como Tresor y las decisiones que ha de tomar para seguir con su vida tanto personal como profesional, entre otras cosas. ¡Mirá lo que nos dijo!

 

Hola, Jonas. ¿Dónde estás?

“Ahora estoy en Barcelona, en mi casa. Hace un año que me mudé acá. ¡Vivía en Berlín! Viví tres años en Berlín. Es un cambio que hice, más que nada, porque en Berlín el tema de conseguir vivienda se está poniendo un poco difícil…”

 

¿Por qué?

“Porque hubo mucha repercusión de lo que estaba sucediendo en Berlín. Acoge a mucha gente que no tiene proyectos y que no tienen una estructura en sí y que va a Berlín a probar suerte porque es barato y fácil. Antes, era muy fácil conseguir departamento hasta que explotó el boom. Esto, sumado a los problemas migratorios por la situación en Medio Oriente, empezó a derivar en trabas y condiciones a la hora de alquilar. Había mucha gente que alquilaba y, luego, sub alquilaba los departamentos. Cada vez que ibas a ver un departamento, había veinte personas al mismo tiempo. Muy frío. Muy loco.

Y como en Barcelona tengo a Pfrirter y a mi agente, empecé a mirar por internet algunas casas y encontré una que era acorde a lo que yo estaba buscando, porque tiene las condiciones ideales para que pueda habitarla y armar el estudio. Todo coincidía. Tuve suerte y la encontré.”

 

¡Qué alegría! Así que ya instalado ahí… ¿Viviendo como un ciudadano más?

“Sí, tengo visa alemana, que es una visa de trabajo. Es visa de artista. Te la dan, en principio, por un año y, después, la vas renovado, dependiendo tus ingresos. Cada año te la renuevan. Me la renovaron por dos años y, a fines del año pasado, en noviembre, me la renovaron por dos años más. Cuando se cumplen cinco años de visa, ya puedo aplicar, si quiero, para residencia o, automáticamente, me dan la visa de por vida.”

 

¡Buenísimo! Estar allá debe haber sido muy útil. El presente lo demuestra. Contanos sobre el nuevo álbum en Tresor. ¡Tiene un concepto muy interesante! Vamos por partes: ¿Cómo comienza esa relación con la institución alemana?

“Sí, claro. El puente con Tresor empezó una vez que fui a pinchar, en 2011. En ese entonces, yo tenía mi agente, mi booker, que era una mujer alemana que se llama Carola Stoiber y ella fue la label manager de Tresor en la época dorada. Ella fue quien trajo los americanos a Alemania por primera vez. Fue quien hizo la conexión Detroit-Berlin y quien llevó el sello discográfico todo ese tiempo. Después, fue mi agente y fue quien hizo el primer contacto. Después, se dio la casualidad que un amigo mío, Paulo, otro label manager, que trabajaba en !K7, empezó a trabajar en Tresor. Yo tenía contacto con él y empezamos a hablar. El primer proyecto que tuvimos, en cuanto a lo discográfico, fue con DJ Hell, que sacaba un complicado con tracks originales y exclusivos mezclados por él. Paulo me dijo: ‘¿Te animas a hacer algo para DJ Hell?’. Yo le dije que sí. En los noventa, para mi, DJ Hell fue una inspiración y a mí me marcó bastante. Traté de absorber esa influencia e hice dos tracks. Paulo me contactó por esto con muy poco tiempo, porque cerraban en tres días. Te soy sincero, me gusta trabajar bajo presión.”.

 

Necesitás el deadline…

“Cuando venís con una idea concreta y me decís ‘necesito esto para dentro de tres días’, me activo. Si venís y me decís ‘mirá, necesito esto para dentro de cuatro meses’, la verdad, no me gusta…”

 

Seguramente, estarás tres meses haciendo nada y el último tiempo te activas.

Exacto. Lo que pasa es que trabajo muy rápido. Trabajo muy rápido, con presión. Y en comunicación con el label manager.”

 

Y lograste entregarle a tiempo a DJ Hell, entonces…

“Sí, la verdad es que si. Le envié dos tracks y él eligió uno. Salió el compilado, salió el vinilo, fue seleccionado en uno de los vinilos que salieron y, después, ahí, empezamos poco a poco una relación que duró hasta la salida el álbum.”

 

Que salió en el año 2014…

“Exactamente.”

 

¿Y cómo se terminó gestando?

“Fue natural. Yo vivía en Berlín y, a veces, quedábamos para comer, y él me lo propuso. Yo sentí una presión bastante fuerte, no es broma. Pero me tomé mi tiempo. Era mi primer álbum. Yo nunca había experimentado algo semejante. Fue un proceso nuevo, lindo… Aprendí muchas cosas y, también, era un momento de cambios en mi vida. Se fue dando una sintonía especial, pude dar lo mejor de mi y salió ese álbum que, para mí, es un álbum muy especial que va a quedar… yo creo que es un sonido ‘timeless’ que no tiene fecha de vencimiento. Traté de hacer algo que perdure en el tiempo, que se relaciona con la mayoría de las cosas que salieron en Tresor. Son de esas calidad. O mejor, digamos, esa cualidad.”

 

Claro, no sigue la moda del 2014. Es algo más especifico. ¿Y qué tan relacionado está el sello con la discoteca?

“Sí, se fusiona. De hecho, cada lanzamiento de disco se hace en el club o en el alguno de los festivales que ellos hacen. Ahora, ellos no sólo tienen el club sino que, también, manejan el festival Atonal que, para mi, como para mucha gente de Europa, es el festival más conceptual que hay. Yo creo que es el nuevo techno. Eso es techno, para mí, ahora. Que vayas a un lugar, que es una fábrica, una nave gigante. Una estructura que se te cae la cara de verla. Llena de gente, totalmente colmado, con actuaciones de música ambient, experimental. Es algo muy avanzado… Para mí, eso es lo nuevo. Y ellos trabajan con ese festival y, también, el año pasado, hicieron un festival en la misma estructura por los 25 años del club. Esta estructura queda al lado del club y está todo conectado por accesos entre sí, y abrieron todo. Abrieron la fábrica, el club, y otras pistas más chiquitas. Y tocaron todos los históricos: Robert Hood, Surgeon, Regis…”

 

Y, ahora, sacaste un segundo álbum. En Tresor también. Con un concepto  que no se si tiene que ver con lo que imprimiste vos en la música, muy interesante. ¿Cómo lanzaste este segundo álbum y qué podés contar del concepto?

“Teníamos un plan conversado con Paulo para hacer un álbum nuevo este año. Ya estaba planeado. Me puse a trabajar en eso y, primero, arranqué con la temática porque yo creo que cada álbum tiene que representar algo, no es un rejunte de temas y chau. Para mí, un álbum es como un proyecto artístico: tiene que tener un sentido, un concepto, una idea y, por eso, pensé en esto. En este concepto que, claramente, es algo real, no es algo ficticio. Así que me puse a investigar. Yo estoy bastante metido en el tema energías y demás, y siempre estuve ligado con esta temática. De hecho, con mis proyectos paralelos, también. Por ejemplo, con Telluric Lines, que es el proyecto mío de ambient. Justamente, representa los siete lugares de poder del planeta. El planeta tiene siete puntos energéticos, que son los chakras del planeta y, de ahí, se emite mucha energía que sirve para equilibrar a la tierra. Ese es el equilibrio que existe. Pero, volviendo a ‘Photon Belts’, el nuevo álbum, es algo que está sucediendo, que estamos en proceso. A partir del 2012, de lo que tanto se habló del calendario maya. Esa era una fecha de comienzo del proceso. Empezamos a entrar, a acercarnos a esto. Esto es como una autopista. Nuestro planeta, y toda nuestra galaxia, va en movimiento y, en ese movimiento, vamos atravesando diferentes partes del universo. Cada once mil años, este proceso de repite. Es cíclico. Esto marca que está por suceder nuevamente.”

 

“Yo, como referente de un género, puedo llegar a determinado tipo de gente y me parece que tiene mas sentido dar un mensaje real para que la gente tome conciencia, algo que sea positivo.”

 

Va más allá de la tierra.

“Exacto. Es todo. Toda la galaxia, la Via Láctea, se va moviendo… Por eso lleva unos once mil años. Y, una vez que atravesemos ese cinturón de particulas lumínicas, de fotones, que es mucha energía muy potente, habrán cambios radicales. Digamos que es como la evolución natural de nuestro planeta y de nosotros como raza.”

 

¿Y porqué llevaste esto a un álbum? ¿Qué es lo que genera en vos que hace que lo imprimas en diez temas? ¿Te impresiona? ¿Qué te genera?

“Lo que siento, la misión que siento que estoy cumpliendo, es llegar a las nuevas generaciones con un mensaje real que, a través de la música o el arte, se digiere más fácil. Yo, como referente de un género, puedo llegar a determinado tipo de gente y me parece que tiene mas sentido dar un mensaje real para que la gente tome conciencia, algo que sea positivo. No generar miedo sino generar conciencia. ¡Hay que estar bien! Hay que estar liviano, sin cargas, sin problemas, sin karmas… Solucionar todo lo que se pueda en este momento, para estar vibrando cada vez más alto. Ese es el mensaje.”

 

 

Sacarse algunas cosas de encima…

“Si… Por ejemplo, la rutina, cosas que van quedando y que se tienen que solucionar… No está bueno tener conflictos ni cosas no solucionadas con nadie. Está bueno pedir perdón, agradecer, ir liviano… No cuesta mucho. Simplemente, ser consciente. Y, después, cuidarse con el estilo de vida, los hábitos. Estar bien…”

 

Quererse, claro. Y háblame puntualmente del álbum, ¿cómo lo llevas a la música? ¿Cómo llevas a la práctica, o al sonido bailable, un concepto tan claro?

“Bueno, el álbum consiste en diez temas. Este álbum no es tan de pista como el anterior. Es un poco más experimental, más complejo. Todo esto, sugerido por Paulo que me dijo ‘tenemos que ir más allá, tenemos que generar algo más’… Y yo me sentí cómodo para hacerlo. Dejé de pensar en lo ideal para la pista y me metí más en lo profundo. El álbum tiene tres interludios de ambient que son frecuencias que trabajan con el cerebro. Hay determinadas frecuencias que trabajan con el cerebro, con los chakras…”

 

Activan algo…

“Exacto, activan los chakras. ¿Viste las sesiones de cuencos tibetanos? Esta gente que va con un palito y toca una especie de bowl…  A través del roce del palo con el cuenco, se genera una vibración y un sonido. Esa frecuencia que se genera, va a 420 Hz, que es una frecuencia que sana. Vos la escuchás, respirás, te relajás y esa frecuencia se te mete adentro y va trabajando y te va activando los charkas, y te va liberando de toda la porquerías que puedas llegar a tener. Es increíble, sanador. Y yo aprendí eso cuando fui a experimentar con la ayahuasca a Perú. Aprendí a interpretar la frecuencia de los sonidos y aprendí que el universo es sonido. Y, sabiendo esto, siempre trato de aplicarlo a los tracks. Especialmente, a los de ambient. Esa es la matriz de todo. Trabajar con una frecuencia determinada y con ese objetivo de generar conciencia, o abrirle una puertita a la gente para que pase a una nueva vibración. La última vez que estuve en Buenos Aires, que hice un set de ambient en el CCK, propuse la idea. Lo hice con Antonella Arismendi que es alguien que trabaja en el tema pero con visuales. Y fue increíble. Antonella estuvo un mes trabajando mientras yo le pasaba los tracks. Fueron familiares, fue mi hija… Fue una experiencia de una hora y media de ambient, totalmente en silencio. Ni un murmullo. Terminó la sesión y todos los que se acercaban a mi me decían ‘me siento mejor’, ‘me siento mas elevado’, ‘algo pasó’…”

 

Lograste algo en ellos.

“Yo estoy investigando pero funciona. Por eso, hago estas sesiones y veo la reacción de la gente. Había una chica  amiga de Antonella con un medidor de frecuencias y midió la frecuencia de la sala en ese momento y dijo que estaba muy alta. Toda la gente estaba vibrando a la misma frecuencia. Se generó una cosa colectiva muy interesante. Y con esto sigo investigando, a generar conciencia a través de la música. Yo soy consciente de que mi labor es esa. Descubrí esto los últimos dos años. Antes, yo hacía música como cualquier otro productor, más orientada a la pista, pero después empecé a descubrirme a mi mismo. Quién era yo, qué estaba haciendo en esta vida y por qué toda la sincronía que venía teniendo… Y entendí que puedo llegar a dar un mensaje y sanar a través de la música y los sonidos. Para mi, es muy interesante…”

 

“Los álbumes son para esos momentos, para cuando tenés algo que decir.”

 

Imagino que debe ser una investigación infinita. Una nueva etapa en la que te metiste…

“Si, y trato de llevar eso a la gente. Aparte, me siento bien conmigo mismo después porque, de repente, posteo un tema de ambient y la gente me dice: ‘¡Uy! Me hizo sentir tal cosa’. Para mí, es el mejor feedback posible. Ese granito de arena que le aporto a la gente para que esté un poco mejor es lo que más me llena. No me interesa si después está rankeado o no, o quién lo toca… En ese contexto, ya llegué a donde quería llegar y toqué donde quería tocar. Ahora, quiero ir más allá de todo eso. Así que, bien, contento. Es un buen momento para este album. Todo tiene sentido, contenido. Los álbumes son para esos momentos, para cuando tenés algo que decir.”

 

Está bueno que sea en una etapa nueva, como tu primer álbum en Tresor que es atemporal. Este también representa un estado tuyo que después vos quizás escuchás en el futuro y decís: ‘Acá yo estaba tratando de ayudar a la gente con frecuencias’. Está bueno porque inmortaliza eso también…

“Exacto. Tiene un significado profundo y verdadero. Eso va a perdurar todo el tiempo. No tiene límite o fecha de vencimiento. Yo creo que todo arte que tiene un verdadero significado es atemporal, algo que podrás escuchar de acá a 2000 años y algo va a generar…”

 

Son ideales muy altruistas pero también te queremos preguntar por algunos logros que terminaste consiguiendo, algo que podría aparecer del otro lado de la balanza. Apareciste con un remix en el compilado que sacó Soma, donde aparecen nombres como Adam Beyer, Jeff Mills, Robert Hood…

“Si, es un feedback que se genera. Yo tomé mucho la influencia de todos esos sellos como Tresor y Soma. ¡Son históricos! Yo me acuerdo cuando empezaba a pinchar… Tengo una anécdota muy linda… Cuando estaba arrancando tenía, no sé, 16, 17 años… Trabajaba para otro DJ de la zona oeste de Buenos Aires que era un referente en esa epoca. Era un tipo que, hoy por hoy, me saco el sombrero por lo que hizo, en esa zona y en ese tiempo. Estamos hablando del año 97, 98… El se llamaba DJ Woker y tenía una movida armada súper underground. Todo el oeste: Ramos Mejía, Haedo, Moreno… y, vos decís: ‘¿Moreno?’. ¡Si, Moreno!”

 

Todo esto sin redes sociales…

“La primera vez que fui, iba con temor pero, cuando llegué al lugar, me quedé sin habla. Era un lugar que representaba la quinta avenida de Nueva York. El fondo estaba todo decorado con Manhattan, la Estatua de la Libertad… Muy loco, muy grande. Mil, mil quinientas personas… La pista tenía dos pasarelas de altura, como las viejas discotecas de las 90, que eran tipo naves, y las pasarelas en los costados. La cabina en el medio…Era imponente. Una cabina gigante con el laser más grande de Argentina. Yo no lo podía creer. Y este tipo, Woker, poniendo música que en mi vida había escuchado. En ese tiempo, en esa zona, era como pasar a otra dimensión. Y la gente que iba ahí no se drogaba, eran todos fanáticos de la música. Se producían medio psicodélicos, con el pelo parado, plataformas… Era una movida muy Nueva York, en lo musical y en la vestimenta.. y eso fue mi puntapié. Eso fue lo mejor que me pudo haber pasado. Ahí aprendí todo. Fue la mejor escuela, yo ya sabía mezclar, técnicamente, pero no el tema de manejar la noche y los tiempos del club. DJ Woker era bastante rapidito y me enseñó todo. Fue un poco duro, también, porque era bastante exigente. Yo, de repente, no tenía música y el me hacía hacerle el warm up con su música, con su letra en los CDs… Y tenía que estar ahí. A veces, no encontraba cosas y era difícil. Por ahí no encontraba la música y no podía mezclar, y él venia a la cabina y me apuraba. Metió tanta presión que eso me llevó a generar la velocidad que tengo cuando toco. La verdad es que siempre le agradezco. ¿Viste que cuando tenés un buen maestro? Siempre lo recordás…”

 

Tocaste un tema interesante. ¿Cuánto te interesa el mundo de la enseñanza?

“Cuando estaba en Argentina, el último tiempo, estuve dando clases en un estudio que tenía en mi casa, a un par de chicos que son los que están ahí, haciendo ruido. Resonance –Mental Resonance, Farceb, Aalderan… Chicos que vinieron de cero y estudiaron conmigo durante seis meses y ahí están, saliendo a la luz. Bueno, Pulse One, por ejemplo, ahora tocó en Berghain la semana pasada. Así que, sí. Me encanta eso. Si viviera en Argentina, me gustaría tener una escuela.”

 

“¿Viste que cuando tenés un buen maestro? Siempre lo recordás…”

 

Y, ¿te dan ganas de volver o Barcelona te tiene enganchado? ¿Pensás en la vuelta?

“Si, claro. A ver.. Yo tengo claro que tengo que estar acá hasta que se cumplan los cinco años de la visa.”

 

Claro, ese es el principal objetivo…

“Si. Después, cuando ya tenga la vida de por vida, me podré mover como quiera. Voy a poder moverme tranquilamente. Siempre está el corazón ahí pero también es difícil. Es difícil el mercado. Es difícil vivir de esto en Argentina. Como estoy ahora mismo, viviendo de tocar y haciendo música, en Argentina sería muy limitante para la vida que llevo y lo que tengo que pagar. Tengo una hija… Una vez que estás ahí viviendo, la cosa cambia. Podés tocar una o dos veces pero ya, la tercera, la gente se acostumbra. Se pierde la magia un poco. Si vuelvo a Argentina, tendría que ser bajo un contexto diferente. Trabajar de algo más, con una escuela, o algo así. También, pienso en mis colegas que tienen escuelas, como Mariano Trocca, y pienso: ‘No le voy a ir a abrir una escuela’.”

 

A competir…

“Claro, no le voy a ir a complicar la vida. Por ahora, estoy bien así. Tengo la posibilidad de viajar cada mes y medio, veo a mi hija por diez días y vuelvo. Hasta ahora, va todo en armonía y en equilibrio. Mi hija está bien, yo estoy bien… Uno luchó toda la vida por esto, por llegar a este lugar…”

 

Estás en un lugar de privilegio y, al momento de volver, vas a tener que pelearla…

“Tengo estos planteos internos donde me pregunto qué hacer pero, sinceramente, no tengo otra alternativa. Esta es la única: ir lo máximo que puedo, estar varios días, hablar todos los días con mi hija, con fotos, videos.. Por suerte, ella lo entiende y la madre también. Yo, obviamente, antes de tomar la decisión de irme hablé con ella y se lo planteé. Ella fue la que me dijo: ‘Tu lugar está allá, tenés que ir.’ Ella fue la que me impulsó. Aparte, si lo pensás, al fin y al cabo, es por el beneficio de tu hijo. Le estás dando lo mejor. Todo lo que necesita que, quizás, en Argentina, se haría más dificil o casi imposible darle todo lo que le doy ahora. Despacio, tanteando, vamos bien… Por suerte, ahora está creciendo, se va haciendo un poco más independiente.”

 

Para ir cerrando, ¿qué otras cosas tenés previstas para el futuro? ¿Algún proyecto?

“Va a salir otro álbum que es el primero de Telluric Lines y, además, voy a estar presentándome en Mutek Buenos Aires, así que voy a poder presentar el show de Telluric Lines ahí. Me llena de alegría porque, la verdad, es que es algo muy especial. Yo trabajo este proyecto en conjunto con un artista visual austríaco. El proyecto está basado junto a este artista que se llama Rainer Kohlberg y es un genio. Yo lo descubrí en uno de estos festivales Atonal. Él hizo una instalación y me llamó profundamente la atención lo que generaba, visualmente hablando. Y entendí que él generaba lo mismo que yo quería generar, pero a través de las visuales. Entonces, ahí hablé con Paulo y le comenté que estaba interesado en trabajar con Rainer, que tenía el contexto que yo quería, y todo se fue dando. Lo presentamos en el Atonal pasado. Es un genio. Hace las visuales en tiempo real. Muy nerd, muy interesante… Y lo vamos a llevar a Mutek Buenos Aires. Así que, súper contento con eso. Después, lanzaré un nuevo label a partir de septiembre que se llamará Tremsix y que se trata de una fusión de palabras de los tres labels de Detroit que a mi me marcaron: Axis, Transmat y Metroplex. Hice una fusión de palabras usando esos nombres y salió Tremsix.”

 

 

¿Y cuál será la idea? ¿Va por el lado de Detroit?

“Sí, va a representar un poco eso. Detroit, electro, todo lo más profundo del techno… Toda la influencia que a mi me gusta de ellos, la voy a tomar y la voy a desarrollar. Va a haber house, electro, techno, ambient… Será una plataforma amplia. Lo estoy armando, trabajando con una diseñadora española para darle una forma al contexto, a la imagen. Es una chica que trabajó con Jef Mills…”

 

 

Para cerrar, queremos que nos des consejos para conseguir esas buenas vibras.

 

 

  1. Respiración consciente

“Sirve para coordinar y armonizar nuestro pulso y el de nuestro campo energético, para relajarnos y conectarnos con la tierra.”

 

  1. Meditación

“Mediante este ejercicio nos conectamos con nuestro Yo Superior, el cual nos envía energía elevada que nos proporciona creatividad, intuición y consciencia de amor.”

 

  1. Conectar con la naturaleza

“Salir de la ciudad y escapar hacia algún sitio rodeado de naturaleza: lagos, bosques… Allí se respira un aire puro que alimenta la energía de nuestro campo energético.”

 

  1. Tener buenos hábitos mentales y físicos

“Esto incluye cuidar los pensamientos, pensar positivamente y vaciar la mente de pensamientos de baja frecuencia o negativos. Cuidar el cuerpo mediante la alimentación que nos provee de energía elevada, tal como vegetales, frutas y mucha agua. Esto también incluye ejercicios físicos como correr, hacer yoga  o, simplemente, escuchar la música que te gusta.”

 

  1. Crear realidades

“Hacer cosas que te hagan feliz y, mejor aun, que puedas hacer feliz a las demás personas. Un poco de servicio y ayuda por el prójimo nunca hace mal.”