Cometas & Techno, el festival del mañana

Cometas & Techno, el festival del mañana

Bailamos en un lugar fuera de lo convencional. Y sí, todo sucedió en Colombia.

Artículos | Por DJ Mag Latinoamérica | 29 de agosto de 2017

Cuando se habla de cómo surgió la música electrónica en diferentes partes del mundo, todos, con seguridad, dirán que las fiestas primero se dieron en bodegas abandonadas y, luego, en sitios al aire libre, donde la naturaleza lo era todo a la hora de establecer una conexión más espiritual y romántica con el ecosistema, bajo el lema de P.L.U.R., la frasecita de Frankie Bones que en español traduce paz, amor, unidad y respeto. Otros, también dirán que la forma de llegar a una buena fiesta era por medio de coordenadas que, a medida que iban siguiendo, terminaban dando con un espacio recóndito donde las plantas de energía, el público, las luces y la efervescencia del asistente no terminaba hasta que el último disco dejará de sonar.

Esta corta historia de cómo iniciaron algunos ravers en diferentes rincones del mundo, nos hace pensar en Cometas & Techno, festival colombiano que, con tan sólo dos ediciones, se ha dado de la misma forma en que han surgido grandes eventos a nivel mundial. El festival, que realizó su primera edición en los pozos azules de Villa de Leyva, encontró el lugar acertado para ofrecerle a la escena electrónica colombiana un espacio único. Algo así como estar en “Into The Valley” pero en Latinoamérica: en Sáchica, Boyacá. Y, como carácter diferenciador, encabezado únicamente por artistas nacionales.

Diego Dueñas, uno de los organizadores de esta gran propuesta festivalera, nos cuenta que luego de tener el espacio perfecto para la segunda edición, los pozos azules fueron llenados nuevamente, lo cual hizo que Trazendenz pensará si el festival iba continuar en Villa de Leyva o tendría que trasladarse a otro municipio de la capital colombiana. O, en el peor de los casos, buscar una locación igual de mágica como los pozos azules. Sim embargo, luego de varias reuniones con el alcalde de Sáchica, recibieron la grata noticia de encontrarse con dos lugares cien por ciento disponibles para hacer el evento. El primero era un campo normal, sin mucha magia. El segundo, una mina abandonada, donde había volquetas y una pequeña casa que demostraba cómo la naturaleza abraza todo lo que se cruza en el camino.

“Nosotros fuimos, vimos el lugar e inmediatamente supimos que era la locación perfecta para el evento. En ese momento entendimos que no debíamos buscar nada más” cuenta Diego, haciéndonos pensar en Dimitri Hegemann, y su historia sobre cómo encontró la segunda locación de UFO que, posteriormente, se conoció como Tresor. “Cuando cruzamos la puerta de acero y entramos en la cámara, con todas las cajas fuertes cubiertas de herrumbre, lo tuvimos clarísimo. La búsqueda había terminado”, expresó para Der Klang Der Familie: Berlín, el techno y la caída del muro, asentando que luego de descubrir las escaleras que llevaban al sótano, todo parecía ser un tesoro azteca, asegurando que había encontrado el túnel secreto que llevaba a la bóveda del Führer.

Después de varias etapas para seleccionar un gran aperitivo de artistas colombianos, el festival Cometas & Techno, que nos embarcó en un mismo vuelo con Astronomical Telegram, Al3xandria y Durcheinander, hizo que nos encontráramos en el aeropuerto El Dorado con Gotshell y Luix Spectrum. Durante el vuelo de salida y el encuentro en la capital colombiana, la actitud de cada artista nos hacía sentir más vivos que nunca. Saber que viajábamos en un vuelo donde todos hablábamos el mismo idioma, no nos hacía sentir diferente.

En el pasado, hemos presenciado festivales colombianos como el Freedom, Breakfest Festival o el Storyland, donde la propuesta sonora y el montaje nos ha dejado feliz pero, encontrar un festival como Cometas & Techno, nos hablaba de una experiencia totalmente diferente. Primero, los artistas que encabezaban el cartel eran puro talento colombiano -excepto Kyle Geiger en esta nueva edición-; segundo, la locación no era un recinto con paredes y techo; y, tercero, estaba ubicado en Boyacá, donde los variados paisajes naturales y el estilo colonial del municipio nos situaban en la época de los cincuenta con su zona desértica.

Gracias a los promotores del evento, tuvimos el placer de apreciar gran parte del detrás de escena. Eran las diez de la noche, todo estaba oscuro y unos pequeños rayos de luz iluminaban la naturaleza, dejándonos a todos boquiabiertos. Sabíamos que faltaba un día para todo pero, desde ese momento, entendimos que sería una inmensa experiencia. La oscuridad no dejaba apreciar mucho el espacio pero la luz nos situó al borde de un risco donde la música pasaría a ser una especie de chamán, dando las pautas correctas para llegar al estado correcto de satisfacción. Con una capacidad para más de ocho mil personas, el festival se presta como una experiencia para que los colombianos y extranjeros lleguen a disfrutar algunos de los actos más importantes del país.

Ha llegado nuestro día. El clima no está perfecto. Días antes, se había informado que una tormenta de lluvia asecharía Villa de Leyva. Y así fue: el pronóstico acertó en su informe. Lo primero que pensamos fue si el público estaría dispuesto a bailar bajo la lluvia. Nosotros, con lluvia o sin lluvia, estábamos listos, esperando nuestra hora de partida para ver cómo estaba la energía en el festival.

Siete de la noche. Una mini band llega por nosotros. Nos alistamos y salimos hacía el evento. Al3xandria, uno de los mejores live del país va junto a nosotros. Llegamos, el pantanero es impresionante y la lluvia sigue firme. Pasamos los dos filtros de seguridad, y en el camino sentimos el éxtasis de la gente. Todos sacan sus celulares, buscando la opción de linterna y, con cuidado, intentan llegar al festival sin perderse en un charco.

Las luces brillan fuertemente, y nosotros estamos ahí, siguiendo nuestra batalla contra el pantano y la lluvia. Una vez adentro, el festival está siendo musicalizado por Fauren, artista que ha estado resonando fuertemente en la capital.

 

El público demostrando que cuando la música es buena y en verdad quieres bailar, lo otro no importa.

El público demostrando que cuando la música es buena y en verdad quieres bailar, lo otro no importa.

Acompañamos a Al3xandria al escenario para ver todo su despliegue de máquinas. Atraídos por los gritos de la gente, bajamos del escenario y miramos la reacción del público ante el artista. Notamos que la lluvia cada vez es más intensa y que el público parece no sentirla. Y, aunque en secreto estamos desilusionados por no haber visto el segundo escenario funcionando, entendemos que son cosas que se salen de las manos del promotor -la lluvia no dejó ejecutar el segundo stage. También entendemos que la gente, sí o sí, quiere saber por qué este festival ha generado tanto impacto con tan solo dos ediciones. Miramos a nuestro alrededor y la respuesta es clara: el festival se está realizando en una mina abandonada que, parece, fue liderada por una tribu azteca.

Pasada las dos horas desde que ingresamos, los aplausos nos avisan que un nuevo artista está arribando al escenario. Alzamos la mirada, y ahí está él, el Alquimista, pasando a ser el comandante de la noche, quien desde el minuto cero augura un viaje sin retornos. Es allí cuando entendimos que es momento de cerrar los ojos y disfrutar más la música.

Abrimos nuestros ojos. El éxtasis en la pista estaba arriba. La gente no deja de levantar las manos, mover los pies y abrazar a alguien tras reconocer la pista que sonaba. Nosotros, emocionados y tenebrosos, notamos cómo el Alquimista le entrega el público a Astronomical Telegram, para comenzar el viaje con ese sonido que lo caracteriza. Con un sonido bastante espectral y un despliegue de golpes que marcan intensidad y seducción, Astronomical provoca que las endorfinas de los asistentes estallen. El público reconoce sus intenciones en cada mezcla. Durante una hora, el artista deleita a más de setecientos ravers que han llegado al recinto para bailar. Además, parecen no querer abandonar la pista hasta que el paisa entregue los decks.

Juli Monsalve demostrando el poder femenino en Cometas & Techno.

Juli Monsalve demostrando el poder femenino en Cometas & Techno.

 

Con el público energético y la tensión a flor de piel, aparece Juli Monsalve. La integrante de Intelligent Divison ha tomado la batuta del festival. Siendo una de las dos mujeres invitadas el festival, ella parece no tener piedad con el público. Trascurridos los tres minutos, entre gritos, silbidos y un aplauso constante, la gente la acoge con la mejor actitud. La cantidad de los asistentes aumenta y, la artista que representa el poder femenino de la región, deja claro ante el público que está regalándoles una selección de tracks distintos, sorprendiendo con pistas arrolladoras, teniendo una respuesta constante de un público que parece haberse decidido a hacer sentir bien a la residente del club Mute.

Con un ambiente encendido, Deraout le recibe la batuta a Juli Monsalve para seguir con la vibra que había generado la artista. Él no hace más que ponernos a vibrar, sumando su música a la gran estructura robótica que OFF Conciertos se ha armado en el escenario, provocando una gran sonrisa en el rostro de Kyle Geiger, quien le pide aplausos a los asistentes, demostrando esa gran satisfacción tras haber escuchado a Deraout, y tener la posibilidad de oír a uno de los grandes selectores del Valle de Aburrá.

La lluvia ya ha mermado y, para sorpresa de todos, el recinto no para de recibir gente. La gente comienza a salir de las carpas para disfrutar el DJ set de Kyle. Mientras la gente se acumula para estar cerca del americano, los sonidos que propuso el artista se disparan del gran sistema de sonido que llenaba el festival. Con música atinada, el oriundo de Drumcode desarrolla un set que, pasado los treinta minutos, acelera los ritmos y se vuelve más bailable. Por supuesto, la gente sigue acumulándose para sacar algunas fotos y grabar tal acontecimiento.

Luego de ver el pantanero tan tremendo que se había armado en el lugar, Kyle se muestra asombrado cuando termina su show, dándole paso a Gotshell, Durcheinander, Luix Spectrum y Sonico.

“Si en mi país hubiera llovido así de duro y la fiesta fuera en un lugar como este, la gente inmediatamente se hubiera ido. Ustedes son muy diferentes”, nos decía Kyle mientras capturaba las huellas de los bailarines en el lodo, entendiendo que el público lo había dado todo por sentir la música de artistas nacionales que provenían de Medellín, Bogotá, Armenia, Manizales, Pereira, y en su caso, Estados Unidos.

Gracias, Trazendenz.

Gracias, Trazendenz.

Recibiendo el amanecer con un cielo bastante claro y penetrante, Cometas & Techno nos va diciendo adiós, sin antes recordarnos que los amantes del techno y house tienen un espacio asegurado en Villa de Leyva, un lugar que siempre le responderá de la mejor manera al público, con una intensa producción y, sobre todo, buena música.

A continuación, la prueba de que la lluvia no fue ningún impedimento para los dancers. Pueden visitar la galería completa, haciendo clic aquí.

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Fotos: Tavo Jaramillo
Texto: @MauroAtenciaM