DJ TLR: detrás de la mente de R-Zone

DJ TLR: detrás de la mente de R-Zone

Jeoren es un tipo discreto que lleva años vigorizando la escena electrónica en Holanda. Conversamos con él sobre R-Zone, uno de los sellos que lidera.

Artículos | Por DJ Mag Latinoamérica | 24 de abril de 2017

Creme Organization, R-Zone y Jericho One, son sellos emblemáticos de Holanda que, cuando anuncian una nueva referencia, despiertan interés en frikis y entusiastas de la música electrónica. Jeroen Van Der Star, más conocido por su alter ego DJ TLR, es el líder y asesino que le destruye la mente a más de uno con los sellos nombrados anteriormente. Este entusiasta, apasionado por descubrir artistas en diferentes rincones del mundo, también es el creador de Global Darkness y, es una de las cabezas pensantes que, junto a Legowelt, conformaron hace un buen tiempo el proyecto Mr. Clavio.

Conocido por crecer al oeste de Holanda y tener una colorida carrera en su región, Van Der Star se ha caracterizado por impulsar el sonido de productores como Bangkok Impact, JTC y Willie Burns, convirtiendo su sello en la casa musical de Legowelt. Él, quien asegura no tener un lugar favorito para tocar, y quien prefiere guiarse por una multitud ruidosa, estará debutando el 6 de mayo en Mansion Club, Medellín. Esto gracias a la unión de CultoRhythm Street Co. y Mansion Club.

Para saber qué podemos esperar del creador de grandes sellos, conversamos con él.

Probablemente, algunas personas no saben nada de quién está detrás de R-Zone. Cuéntanos un poco sobre tu crecimiento musical.

Realmente siempre he estado en la música. Uno de mis primeros juguetes cuando niño, era un pequeño reproductor portátil de plástico a baterías. Yo tocaba discos de mis padres de los 60’s y 70’s, como los Beatles, Rolling Stones, Queen, y algunas cosas holandesas como Boudewijn de Groot, Rob De Nijs y cosas por el estilo. Bastante clásico en cierto modo. Entonces, empecé a comprar mis primeros discos a principios de los ochenta con el dinero de mi bolsillo. Mayormente de 7″, música del top 40. Simplemente pasó a ser un gran momento en la música pop (la primera onda pop electrónica con Yazoo, Ultravox, Human League, etc.) e incluso también fue el momento temprano al electro con Grandmaster Flash y Rocksteady Crew, Sugarhill Gang. Yo era como una esponja entonces: escuchando la radio y haciendo cintas todo el día. A medida que iba creciendo y me volvía más rebelde, descubrí el underground y me introduje en la ola punk y hip hop tempranamente. De ahí en la música electrónica, con acid house, jungle, the hague, electro, etc. El viaje nunca se detuvo realmente. En el 2000 empecé Creme Organization, luego R-Zone alrededor de 2013 y más tarde Jericho One, en 2015.

Usted empezó como DJ a mediados de los años 90’s en el oeste de Holanda, teniendo una relación con Rotterdam, ciudad famosa por su escena gabber, pero la cual últimamente se ha teñido de un techno industrial y música más caribeña sin perder ese ritmo industrializado y seco. ¿Cómo era la escena local cuando usted comenzó y qué novedades importantes ha experimentado en la escena techno holandesa durante los últimos 20 años?

A principios de los años noventa viví en Rotterdam justo en el epicentro del gabber, pero no tenía ninguna conexión con eso. La música era demasiado extrema para mí y la escena era demasiado de la clase trabajadora, conectada con los hooligans y esos asuntos. Era demasiado amenazador y agresivo. Yo era demasiado nerd, de clase media, conectado con la escena punk y squat. Eso no combinaba para nada. También la música se trataba mucho sobre trucos, cada pista tenía que tener algún tipo de «broma». Por lo menos eso es lo que he oído. Cuando volví a mudarme a mi ciudad natal en 1992, es cuando la escena de techno industrial estaba realmente despegando. Eso también era bastante oscuro y druggy (ambiente de drogas), pero el ambiente era más fresco y chill en las fiestas. El gabber era realmente comercial y un gran negocio con fiestas de alto nivel y asistencia de 10.000 personas o más. Teníamos acceso a raves gratis o casi regaladas, con practicamente nada de seguridad. Realmente era un milagro que esto fuera tan pacífico la mayor parte del tiempo, porque a decir verdad, era una mezcla extraña de todo tipo de gente que normalmente no se junta. Supongo que el éxtasis y LSD evitaron algunas peleas allí. De todos modos, esa escena no duró mucho tiempo: demasiadas drogas y locura llegaron a su fondo después de un año o dos. Musicalmente estaba más atraído por el jungle y el ragga prematuro. Me gustaba realmente la manera en la que el ragga MC’s y el jungle catapultaron un poco al hip hop, con una combinación de todas esas cosas que traen esa misma intensidad al punk hardcore, tal como se conoce. Más enérgico y con breakbeats y no sólo drones hipnóticos 4/4 toda la noche.

¿Por qué cree que la gente se preocupa tanto a la hora de descubrir esos artistas anónimos que prefieren centrarse más en la música y no en establecer una imagen?

Es el factor Indiana Jones: el misterio es siempre más interesante. Antes de la Internet solíamos gastar mucho tiempo y esfuerzo para encontrar las cosas. A veces podrías tardar años. Los DJ’s solían ocultar las discos de vez en cuando; uno solo podía conseguir cosas en tapes; todo se distribuía enviando faxes o incluso comercializando, escribiendo y cambiando dinero a través de sobres por correo, enviándolos por todo el mundo, y esperando recibir un paquete semanas después… o no. Desde luego esto era un dolor en el culo, y me encanta que la Internet haya llegado, pero esto generó que la red se llenara rapidamente de un montón de bandas y escenas, con discos tan largos, que parece que la vida no fuera a alcanzar para escucharlos. Esa mística es atractiva para la gente: siempre estar creando historias para llenar las lagunas del conocimiento. Por lo general, estas historias son alimentadas por chismes y se vuelven incluso mucho más locas que la verdad. En el caso del arte, esto es buenísimo, porque incentiva a utilizar la propia imaginación de una manera que realce el trabajo en sí mismo. En el mundo real no es tan positivo, desde luego, porque empodera a cierta gente como Trump, que probablemente fantasearía con devolvernos de nuevo a la edad de piedra (si lo dejáramos).

Usted ha establecido R-Zone como un proyecto anónimo. ¿Cómo el anonimato le puede aportar más a la música electrónica?

¿Tiene que hacerlo? La música debe contribuirle a la música, no a los nombres. Simplemente quiero que la gente escuche con una mente abierta y juzgue por la música misma. Cuando sabes quién es el artista, entonces ya no es posible –al menos no para mí. Siempre te vas a referir a sus otros discos, sus otros sellos, chismes… incluso a sus cortes de pelo. Cualquier cosa que sepas es una distracción de la música.

 

“Una parte de nosotros anhela pertenecer a algún colectivo en común para compartir nuestros conocimientos”.

 

¿Tendría eso que ver con generar sensaciones, es decir, el anonimato enciende más imaginación y, de algún modo, libertad?

Yo creo que sí. Un artista puede salirse de lo que se espera de él, sin ser juzgado por eso y simplemente divirtiéndose con lo que hace. En el caso del gabber, por ejemplo, hay un montón de discos que son solo de broma, por diversión, o por dinero, hechos por gente respetada del techno. Y no pusieron los nombres con los que los conocemos. Es como los escritores famosos que –bajo un pseudónimo– escriben para revistas eróticas o novelas de baja categoría. En los comienzos del techno, muchas producciones tampoco tenían rostro, cuando había una creencia general en el abiente, de pronto todos seríamos parte de la matriz y gracias a la realidad virtual y al cyberpunk, el individuo dejaría de importar. Eso es un asunto que es incluso más espeluznante y relevante hoy en día. A lo largo de la mayor parte de la historia, el individuo realmente no ha importado de todos modos: hemos estado alrededor como una especie que crea arte desde hace 500.000 años o más y apenas comenzamos a firmar nuestro trabajo quizás hace 5.600 años. No estoy diciendo que deberíamos volver a tiempos medievales, por supuesto, pero en una cultura que está tan basada en el ego, la fragmentación y el hiper-individualismo, creo que a veces es refrescante someterse a algo más grande, incluso si es algo tan limitado como un sello discográfico. Una parte de nosotros anhela pertenecer a algún colectivo en común para compartir nuestros conocimientos.

Más allá del arte que maneja I-Zone en el sello, ¿qué papel representan los videojuegos de los 90’s en tu música y el label?

Es cierto que tengo una debilidad por ello, pero realmente no tengo ningún fetiche con los 90’s. Simplemente me gustan esos períodos en la cultura donde las cosas están empezando a encontrar su voz y no hay reglas que seguir, así que es un buen momento para ser creativo. Por lo general, hay una explosión de cosas muy interesantes antes de que todo sea canonizado. Los años noventa fueron la partida de varios grandes avances. Doom, Half Life, Diablo, esa clase de juegos. Desde luego los 90’s entraron con una manera mucho más avanzada e integrada en nuestra cultura, comparados con los 80’s, pero al fin y al cabo todo estaba basado en los videojuegos y sus trucos. Hoy en día los videojuegos son un negocio de millones de dólares, que se perfecciona cada vez más técnica y psicológicamente, para sacudirle a los adolescentes su dinero con las compras de juegos y accesorios. Incluso, algunos juegos parecen que nunca terminaran y se vuelven súper adictivos para explotar y persuadir a la gente en los países tercer-mundistas a que suban de nivel a su jodido Bárbaro o Mago, o alguna mierda por el estilo. De todas formas, la verdad es que desde hace tiempo le he perdido la pista a lo que sucede actualmente en el mundo de las consolas. También me gustan los juegos de rol bien hechos, con acertijos, como lo hacen Zelda y Paper Mario (¡Pero que esto quede entre nosotros!). También me encantan esos gráficos de mala calidad en los videojuegos de los 90’s. 800X600 para los que saben.

DJ TLR 2

Háblanos de los artistas que han dejado huella en el sello. ¿Cómo era el proceso cuando ellos sabían que no saldría el nombre original sino números?

Al principio fue un poco más difícil y tuve que explicar más lo que estaba tratando de hacer. Ahora los artistas saben de qué se trata el sello, así que pueden elegir. No todo el mundo lo quiere y yo respeto eso. A veces también hago combinaciones con tracks que publico en nombre de Creme o Jericho, y luego quizás algunas de R-Zone. Al principio solía poner nombres reales de personas en letras pequeñas…

 

“La música tiene que hundirse y pasar por la oscuridad, para luego ser redescubierta y fresca de nuevo en el baile del eterno apareamiento”.

 

¿Representan los números un mundo de escape en R-Zone, como un renacer de nuevas culturas donde lo importante no es el nombre, sino el número de placa y la función que debes ejercer?

Bueno, la verdad es que nunca lo pensé de ese modo. Solo pensé que deberían tener números de catálogo para que la gente pudiera referirse a ellos de esa manera, como: «Me gusta R-Zone 9» o «el que hizo R-Zone 12«. Ya sabes, sin grandes misterios detrás.

En la referencia R-Zone 09, dices lo siguiente: “Cualquiera que sea el productor que esté detrás de la serie R-Zone siempre se las arregla para llegar a los productos, así que si te gusta efervescencia, techno texturizado que no tira de golpes, esta sigue siendo la serie para ti”. ¿Qué tan complejo fue el proceso de establecer la serie y que diferentes productores se animaran a lanzar su música sin un nombre?

(Risas) Probablemente el equipo de promoción escribió eso. Para mí, esto no es complejo en absoluto. Si me encuentro música que creo, se acopla en el sello, entonces le pregunto al artista sí quiere participar y si es así, entonces lanzo un montón de copias. Así nada más. Si el artista no está de acuerdo, está bien igualmente, y podemos buscar otra opción. Tal vez se ajuste a uno de los otros sellos.

Cuando se habla de La Haya, podemos relacionar personajes como Legowelt, Integalactic Gary, Orgue Electronique, Alden Tyrell o Rude 66, por nombrar algunos. Como todo evoluciona y cada vez surgen nuevas cosas, ¿cuáles serían para ti, esos artistas que de forma silenciosa se han armado de coraje al momento de marcar un estilo único y debemos echarle el ojo?

A las personas que hay que echarle el ojo allá afuera, diría que nosotros nos hemos expandido mucho más allá de La Haya, y hay una pequeña ola de artistas muy interesantes con los que trabajo. En Italia, por ejemplo, están Simoncino, Dona, Cosmic Garden, Fabio Monesi, Robert Crash; en Portugal, Lake Haze está haciendo cosas realmente geniales y en Canadá tenemos a Ebony/R, que hace algo realmente loco y genial. Están donde quiera que lo pienses. Incluso también escuché algo realmente bueno de Colombia, en el sello de Delta Funktionen.

El año pasado hablaba con Roman Flügel y él me decía que la gente está volviendo a redescubrir el electro y minimal techno. Para ti, que has estado inmerso en el género desde los 80’s y 90’s, ¿a qué cree que se debe eso?

Yo creo que esto es algo de toda la generación nueva. Las personas entran a la escena electrónica sin importar cómo, y algunas crecen en ella y cavan más profundo. Al parecer son oleadas que siempre van y vuelven. Por lo general, se da porque una nueva generación está aburrida de lo que vino justo antes y que sigue vigente, así que se aventuran a saltar a lo que estaba mucho antes, o incluso, más atrás. A finales de los noventa y principios del dos mil, se dio un buen momento para el electro techno, así que creo que, de cualquier modo, ya va siendo hora de que regrese, ya que aún es demasiado pronto para un renacimiento del dubstep, o algo por el estilo. Si todo sale bien, los nuevos niños le darán un giro y se apropiaran de él –como siempre lo han hecho. La música tiene que hundirse y pasar por la oscuridad, para luego ser redescubierta y fresca de nuevo en el baile del eterno apareamiento. Solo espero que, por un largo tiempo, no tengamos que pasar de nuevo por el minimal: ese ambiente aburrido y suavezongo, con aires a IKEA en 2008.

A comienzo de febrero, Bandcamp subió unos temas inéditos, donde el dinero recaudado sería donado para apoyar la causa de ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles). ¿Qué opciones tienen los artistas independientes de los Países Bajos a la hora de recaudar dinero y generar proyectos en beneficio para la comunidad?

Creo que uno puede donar una parte de sus ingresos personales a cualquier buena causa que uno quiera, o puede crear algo de recaudación de fondos, o incluso organizar algún evento patrocinado por el gobierno. No estoy seguro de cuál sea la causa ACLU. ¿Es alguna especie de libertades civiles? Eso no es realmente un problema en los Países Bajos. A la gente le gusta quejarse allí, pero tienen uno de los más altos niveles de vida en el planeta, quizá con la excepción de Escandinavia. Solo para ilustrar el nivel de pobreza, te cuento que están haciendo experimentos en los que se les entregan dispositivos en las chaquetas a personas sin hogar, para que la gente pueda darles dinero inalámbrico con su tarjeta bancaria. Las prostitutas tienen un sindicato y pagan impuestos. Me refiero a cosas como esas. De todos modos, ya no vivo allí desde hace unos años, desde que me mudé a Zagreb, en el sureste de Europa, cerca de Italia, donde el estilo de vida es muy distinto y más descomplicado.

Para ti, ¿qué hace que Bandcamp sea una de las mejores plataformas para distribuir música?

Porque no hay intermediarios, ni retrasos, y porque el trabajo se vuelve más fácil. La mayor parte de mis otras cosas llegan a los sitios digitales por medio del distribuidor. Pero también hay otras grandes plataformas. Creo que el futuro será el streaming, principalmente, cosas como Spotify, Apple Music, etc. Eso es realmente lo que se viene. Creo que en 10 o 20 años ya no vamos a tener discos duros, ni siquiera para DJ-ing. Será solo cuestión de conectar el reproductor a la nube.

Pronto estarás en Medellín. Nos hemos enterado que varios artistas y colectivos de tu país están muy interesados en nuestra cultura musical. ¿Qué cosas planeas hacer durante tu tour?

Pienso disfrutar de cada instante y simplemente dejarme fluir. Espero poder quedarme unos días, hacer nuevos amigos y ver algunas cosas. Simplemente, quiero disfrutar de la comida y la cultura local y espero no perderme en “el realismo mágico», que es de lo que, tal vez, se piensa que trata todo R-Zone: un mundo dentro de otro mundo, con un sentido elevado de misterio, donde todo es posible aunque parezca bastante normal desde el exterior.

Por otro lado, cuando llegas a una ciudad nueva y mirando todo desde un lado místico, ¿qué mensajes te gusta dejar en la pista de baile?

No estoy allí para enseñar o predicar. Solo estoy buscando una conexión para compartir unos momentos agradables juntos, de manera que todos podamos disfrutar un poco de armonía en medio de un universo caótico, y volver a casa con una sonrisa.

Texto: @MauroAtenciaM