Luciano es el jefe supremo del sello Cadenza. Es de esos artistas que ha representado por todo lo alto la música house. De esos artistas que se ha convertido en sinónimo de ser un productor que empuja los límites de la pista de baile, con producciones que ha liberado en aclamados sellos como Perlon, Minus o Cocoon, entre otros. Y sí, finalmente, Medellín tendrá el honor de ver a este innovador amante de mezclar ritmos latinos. Aprovechamos su pasó por el país para saber más de su conexión con la música.

Para empezar, ¿crees en la música desde un punto de vista, mágico?

“¡Sin ninguna duda! La música traspasa todas las fronteras, atraviesa todos los cuerpos de nuestro ser -tanto mental, emocional, corporal y espiritual. La música es capaz de sanar o de deprimir. Puede cambiar los estados anímicos de las personas totalmente, puedes engendrar paz y amor, como miedo o melancolía. Es un medio de comunicación muy potente. Por eso, los artistas más grandes, siempre la han usado para transmitir mensajes poderosos, influyendo en las masas y en sus creencias, creando ideales y cambiando comportamientos.”

“Esto se sigue viviendo hoy, somos una cultura del baile y de música, somos capaces de disfrutar y pasarlo bien sin ninguna sustancia, solo con el ritmo y el amor de compartir con otros seres humanos.”

¿Cuándo empezaste a pensar en la música como el único medio de expresar determinados sentimientos?

“No creo que es el único medio de expresar sentimientos, existen mucho más, como la escritura, el diseño, el baile, el arte, el teatro, etc. Pero, para mí, la música ha sido el medio que más me ha atraído. Puedo soltar todo al tocar y cuando hago música, expresar mis emociones, mi tristeza, mi alegría, mis miedos o mi rabia.”

Sabemos que no tenías claro que en algún momento de tu vida podrías llegar a salir de Chile a girar por el mundo por medio de la música. Pero seguro sí querías salir de tu país a conocer nuevas personas y culturas. ¿Cuáles fueron esos momentos que te empezaron a servir de abreboca para dedicar tu vida a la música y transmitir tu visión al mundo?

“Nací en Suiza en 1978. llegué a Chile en el año 1993, cuando tenía 15 años junto a mi madre y mi hermana. Para mí, esta experiencia fue muy enriquecedora, pasar de un país como Suiza, con una mentalidad calculadora y fría a un país latino “caliente”, donde premian las relaciones y el cuidado de la familia, es decir el corazón antes que la mente, donde el mundo musical es extremadamente rico en melodías y ritmos… y por supuesto historias de amor. Poder conocer dos culturas tan diferentes me abrió totalmente la visión al mundo y querer seguir viajando y descubriéndolo.”

Chile ha sido un país del cual han salido grandes artistas, no solo en la electrónica sino en otros géneros. ¿Cómo has notado del cambio que se vive allí, ya sea entre clubes, promotores y nuevos artistas?

“La verdad, me fui hace más de 20 años de Chile, entonces no siento que sea la persona más adecuada para opinar sobre esto. Vuelvo cada año a tocar, pero me quedo muy pocos días. Lo que sí puedo ver, es que la música electrónica ahora está mucho más presente, los promotores organizan eventos durante todo el año y ha mejorado mucho el nivel de producción. Hoy encuentras escenarios modernos, con equipos de sonido de punta y una excelente organización, que cuentan con una mayor cantidad de personas.”

Cuando se te acerca uno de estos adolescentes y notás que tiene talento y ganas de progresar, ¿qué sueles aconsejarle para ver la música sin creer que será la próxima estrella del género?

“Les diría que produzcan música, que se creen un estudio propio y que se concentren en esto antes que solo disjokear. Es muy importante entender la estructura de los temas y de cómo se construyen y componen, eso te abre mucho la visión y la sensibilidad como músico electrónico. Producir es muy importante en mi opinión.”

“Para mí, el house está ligado a la música latina, cálida, menos industrial, con más cuerpo y sensualidad, llena de percusiones y melodías.”

En tus sets, usás efectos y te gusta manipular los equipos. Se te ve pasarla bien, más allá de la música. Muchos DJs nuevos parecen estar muy serios mientras tocan. ¿Cree que hay algo que se ha vuelto demasiado solemne en el oficio del DJ?

“Si, disfruto mucho de lo que hago, es mi pasión. En cada tocada me la paso genial, ¡me gusta mucho bailar! No puedo opinar mucho sobre los que están serios, a lo mejor están concentrados o también hay algunos que son grandes tímidos. Ser el punto de atracción de la fiesta y tener a todas las miradas sobre uno, no es fácil de tratar. Yo con los años he aprendido a soltar mis nervios y disfrutarlo.  Pero lo principal es que hago lo que amo (y amo lo que hago) por eso se me nota así.”

¿Qué ha significado para ti el house como vía de expresión artística para tus inquietudes personales y, al mismo tiempo, como vínculo con Detroit y una determinada manera de entender la vida y la sociedad?

“Para mí, el house está ligado a la música latina, cálida, menos industrial, con más cuerpo y sensualidad, llena de percusiones y melodías. Por eso estoy apegado a este género del house, tengo mucha resonancia con ella, me es muy familiar.”

A principio de años hablaste sobre tu ansiedad y los problemas que estaba teniendo ante tantas presentaciones por el mundo. ¿Cómo te ha servido publicar algo que no solo te paso a ti, sino que también le puede estar pasando a otra persona?

“Este mensaje no era para moralizar a nadie ni ser cargante. Quise compartir mi historia con mis fans, sin pretender nada. La verdad, me salió este mensaje del corazón, mi propio testimonio de lo que he estado viviendo, una gran transformación. Lo que si he notado, es que muchos jóvenes están más concentrados en las sustancias que en la música, a veces deformando demasiado la realidad. Y estamos unidos en una fiesta para compartir y bailar como siempre lo han hecho las culturas ancestrales. Esto se sigue viviendo hoy, somos una cultura del baile y de música, somos capaces de disfrutar y pasarlo bien sin ninguna sustancia, solo con el ritmo y el amor de compartir con otros seres humanos. Desde que paré de consumir cualquier tipo de sustancia, me lo estoy pasando mejor. Tener una mente clara todas las mañanas no lo cambio por nada. Es un cambio de frecuencia.”

La gente siempre ve a los DJs como unas estrellas y omite ese lado humano de que ustedes también tienen familiares, amigos y pasatiempos que tratan de hacer cada vez que pueden. ¿Qué le puedes aconsejar a esas personas que, tal vez por miedo a la soledad o el aislamiento, aun no se arriesgan a compartir sus situaciones?

“Cada uno tiene su ritmo de vida y sus tiempos. Uno sabe cuándo llega el momento. Solo puedo recomendar que se escuchen y que no tengan miedo. Somos afortunados y no estamos solos. Nadie está realmente solo.”

No sé si has visto el documental sobre Avicii, pero claramente lo que refleja su historia, es que, aunque realizo más de 800 shows no pudo contar con ningún apoyo ante la crisis que estaba teniendo, no solo por el alcohol, sino por la cantidad de shows y toda la gente que dependía de su trabajo. El punto es, ¿cuáles pueden ser las mejores opciones para encontrar el balance entre tantas giras por el mundo y no caer en la ansiedad y la depresión que generan los aviones, hoteles y presión de los manager por cumplir un gig?

“Claro que lo he visto. Cada trabajo de alto nivel/rendimiento tiene sus propios sacrificios, y te aseguro que hay momentos muy difíciles. Pero no solo en el mundo de la música electrónica, en todos los ámbitos. Un CEO de Google también los tiene y muchos más me imagino. Uno tiene que ser fuerte. Desgraciadamente algunos pueden caer y no aguantar, enfermándose o quitándose tristemente la vida. Yo estaba enfermo con tanta sustancia y medicamentos para dormir, y es un trabajo diario, cada día sacar fuerza para seguir adelante.”

“¡Soy un gran amante de Sudamérica, de todas sus culturas, olores, sabores, ritmos, melodías y de la luminosidad de los días!”

Tus composiciones siempre están directamente afectadas por los lugares que visitas. Sabemos que tienes una fuerte conexión con Colombia y nos gustaría conocer cuáles han sido esas cosas que te han influenciado tanto como músico y como persona. 

“En Colombia tengo a mi familia Arahuaco, en la Sierra de Santa Marta. Estas conexiones son muy fuertes porque he tenido lindas experiencias con ellos, tanto espirituales como personales que me han ligado para siempre con ellos. Bueno, y también me gusta muchísimo la cultura colombiana, los ritmos, las melodías, la forma de vivir la vida, la comida, el calor, etc. Es muy seductor viajar por las distintas ciudades y disfrutar de las diferencias culturales dentro de Colombia. Musicalmente, también existe un viaje desde el Vallenato de Valledupar a las cumbias del Litoral Atlántico.”

¿Qué representa para ti volver a una ciudad como Medellín y girar con el festival Resistance?

“¡Soy un gran amante de Suramérica, de todas sus culturas, olores, sabores, ritmos, melodías y de la luminosidad de los días! ¡Por eso estoy muy muy feliz de volver a Medellín! Normalmente, viajo solo a Latinoamérica, pero acepté la invitación de Carl Cox, pues es un artista que admiro y respeto mucho.”

Musicalmente, ¿qué le has dicho a tus amigos de la escena colombiana?

“Que la gente es muy buena y muy cálida, que el público es muy receptivo, dinámico y comunicativo. Aquí la gente reacciona rápidamente, tienen un muy buen oído. ¡Y que les recomiendo altamente viajar a Colombia y tocar ahí!”

Desde tú punta de vista, ¿cómo ves el crecimiento musical que ha tenido Latinoamérica en los últimos cinco años?

“Es enorme el crecimiento musical latinoamericano. Para mí, ¡la música latina es lo mejor y crece y seguirá creciendo!”

¿Le mejorarías algo?

“No. Pero la mantendría en una cajita de secretos guardadas por años, para que nunca desaparezca. Y que siempre siga siendo la mejor música popular, que son el son colombiano y el son cubano y la música tradicional.”

Entrevista realizada por Mauricio Atencia.