Llegar al desierto de Las Vegas es una experiencia como ninguna otra. La proximidad del aeropuerto hacia la famosa “Franja” significa que se puede ver algo de acción desde el avion, antes de aterrizar. Y la emoción se siente.

Los diez finalistas del Miller Soundclash –que están en LasVegas deseando ganar el concurso y firmar un acuerdo con el sello discográfico AfterClub Dancelab- son bienvenidos en el aeropuerto por un equipo que los está esperando. Inmediatamente, son transportados en un pequeño traslado al penthouse de Miller Soundclash –que tiene una vista única de “La Franja”, una terraza con una piscina y refrigeradores bien equipados con Millers. Los finalistas hacen el check in y se van metiendo en el espíritu de Las Vegas.

El día 1 del Soundclash es para que todos se vayan aclimatando. Así, mientras los finalistas se juntan en el Penthouse más tarde, utilizan la oportunidad para conocerse los unos a los otros. Y, a pesar de que serán competidores al día siguiente, un sentimiento de hermandad sobrevuela el ambiente. Los diez DJs –de nueve países diferentes- están unidos por la experiencia y se muestran emocionados con estar en la capital de la fiesta en los Estados Unidos.

Más tarde, llegamos a la fiesta de bienvenida que organize Miller, ubicada en la increíble terraza del club nocturno OMNIA, dentro del Caesars Palace. Con una vista increíble llena de luces de Neon de la calle principal que todos llaman “La Franja”, es el espacio ideal para meterse de lleno en el fin de semana del Miller Soundclash.

Los finalistas, jueces e invitados se reúnen y conversan antes de que los campeones del 2014, Tom & Collins, den un discurso emocionante que inspira a los finalistas.

“Esta competición cambió nuestras vidas”, aseguran, “y esperamos que cambie las suyas también”.
Con estas palabras sonando en sus oídos, los finalistas vuelven al hotel para descansar con todo lo que tienen por delante. Están a un día del momento que puede cambiar sus vidas.