Casi treinta años después de su salida del mercado de los discos de vinilo, la empresa japonesa quiere volver. Se trata de un intento de la institución para aprovechar el regreso triunfal del formato y poder satisfacer la demanda que proviene no sólo de los nostálgicos de siempre sino, además, de los jóvenes aficionados con ganas de poner sus manos en discos físicos.
La producción se hará efectiva en marzo de 2018 en una de sus plantas en Japón, cortando con casi treinta años de parate -Sony dejó de hacer vinilos de manera doméstica en 1989, luego de ser responsable de la co-creación del CD y empezar a comercializarlo en 1982.
Sony Music instaló este año la maquinaria para crear los masters de dónde se hacen las copias de los discos. Esta es una de las partes más importantes de la producción ya que, a través de este delicado proceso, quedan establecidos los detalles sonoros de cada disco, con su profundidad y textura. Para esto, Sony aseguró que intentará seducir a viejos ingenieros especialistas en la cuestión.
Esta movida surge a partir del boom que desde hace años vive el vinilo no sólo en Japón sino en todo el mundo. Resta saber detalles pero un gigante de la música vuelve a apostar al formato, dejando en vilo a toda la escena. Lejos de los esfuerzos de las empresas independientes, un gigante a nivel mundial marca el camino para la resurrección final del vinilo.