The Blaze siempre se destacó por crear música que va más allá de la pista de baile, combinando emoción, narrativa y un componente visual único. Ahora, con Folk (Live at the Royal Albert Hall), el dúo lleva esa visión a un nuevo nivel: un álbum en vivo de 18 canciones que documenta la energía compartida con su público en uno de los templos más importantes de la música en Londres.

En este trabajo, los primos Alric trasladan su enfoque cinematográfico hacia una experiencia comunitaria. Más que un repaso de sus hits, Folk captura la fuerza de la conexión con la audiencia, poniendo la humanidad en primer plano. Como sostiene la antropóloga Ellen Dissanayake, “hacer arte es crear significado, y crear significado es un derecho innato del ser humano.” Esa premisa atraviesa todo el registro.

Desde el lanzamiento de Territory (2017), The Blaze han construido un universo en el que lo sonoro y lo visual se funden en piezas que emocionan hasta las lágrimas. Con discos como Dancehall (2018) y Jungle (2023), el dúo definió un estilo propio: paisajes electrónicos cargados de voces humanas, armonías y una intensidad íntima que contrasta con la pista de baile masiva.

Su impacto los llevó a recorrer más de 100 ciudades en giras mundiales con entradas agotadas y a colaborar con referentes de distintos mundos como The Weeknd, Dua Lipa, Rosalía o Barry Jenkins. Al mismo tiempo, con cortometrajes como Territory marcaron un hito audiovisual, premiado en Cannes y reconocido por instituciones culturales y cinematográficas de todo el continente europeo.

Con más de 200 millones de reproducciones y discos de platino y diamante en su haber, The Blaze se han convertido en una voz singular dentro de la electrónica. Su música, defendida en sets de colectivos como Keinemusik, logra lo improbable: ser profundamente emotiva y a la vez funcionar como una celebración en la pista.

Con Folk (Live at the Royal Albert Hall), los franceses consolidan una trayectoria que ya los ubica como referentes de la música electrónica contemporánea, demostrando que en la unión entre artista y público se encuentra el verdadero poder del arte.