En una época donde algunos clubes están teniendo problemas para acustizar las salas donde se llevan a cabo los eventos electrónicos, el gobierno de la capital alemana ha decidido tomar cartas en el asunto.

Las zonas residenciales, creadas luego del nacimiento de algunos de los clubes, han puesto en jaque la situación de muchos espacios debido a los «ruidos molestos» y, así, en los últimos seis años, más de 150 discotecas han cerrado sus puertas. Algo que tuvo lugar a mitad de año con una de las míticas salas de Berlín, Watergate, la cual no dejó de trabajar pero se vio afectada por la creciente puesta en valor de la zona.

Ahora, las autoridades locales anunciaron un plan para renovar locales y reparar barreras sonoras con el fin de ayudar a la convivencia de los vecinos y los clubes. Con un millón de euros en presupuesto, el gobierno alemán demuestra con hechos cuánto interés pone en la cultura electrónica. ¿Qué te parece esta medida?

Hace poco, una discoteca de Berlín fue noticia luego de banear los reproductores CDJ y las bandejas de vinilos.