El jefe de Turbo Recordings nos regaló algo de realidad desde el mundo del DJing al publicar un fuerte descargo en su Facebook, intentando concientizar sobre lo imposible que resulta funcionar siempre al mejor nivel sobre la cabina.

En una época donde las redes sociales te obligan a ser el más carismático y a estar siempre en tu mejor nivel -o, al menos, intentar mostrar eso-, Tiga dejó un mensaje distinto para ayudar a alivianar mentes estresadas, confundidas respecto a lo que puede o no pasar en lo que es, lisa y llanamente, un día de trabajo.

«Aquí hay algo de lo que nadie habla, ¿qué pasa cuando no lo haces increíble? ¿Qué pasa cuando eres lo que está mal en la fiesta?», comenzó preguntándose el el artista canadiense. Un análisis sobre su presentación en Roma siguió, incluyendo algo de sarcasmo y detallando qué pasa cuando las cosas no salen del todo bien. Muchos artistas como Derrick May, Omid 16B, Darude y Deborah de Luca apoyaron sus palabras.

En días donde la depresión y la ansiedad llevan a la gente a lugares sin retorno, es bueno escuchar a alguien en primera persona que se permite errar. Aquí les dejamos todo el comunicado traducido al español:

«Aquí hay algo de lo que nadie habla, ¿qué pasa cuando no lo haces increíble? ¿Qué pasa cuando eres lo que está mal en la fiesta? Tu programación es vaga, tus decisiones basadas en mala información, y estás vacilando entre tu confianza y tu falta de ideas. Tus discos suenan lentos. No puedes mantener una conexión, no puedes seguir en el centro. Te subes a tu arrogancia para reforzar tu posición. Ellos, obviamente, no lo entienden. Esa gente de allí. Esa masa primitiva no entiende los niveles: que soy un torturado martir post-trance deep-funk, teñido de acid anti-techhouse y un futurista de tonos pop; y que, incluso cuando mi esfuerzo es mínimo y mi energía es anémica, y mis listas de reproducción son mejores comparadas con artes externos, y mi alcance de la situación se ve totalmente comprometido por mi egoísmo, ellos tienen que seguir alabando mi reputación y enloquecer, gritar y aplaudir.

Pero no. Hay noches donde saben algo que tu no sabes. Y, simplemente así, por algunas horas, la magia desaparece. Y eso está bien. Lo hace más mágico aun, cuando esa magia reaparece en otra ciudad, otra noche.

Así que perdón Roma. Los amo pero no reventé la pista.»