Por Nicolle Prado



Más que simplemente amar lo que hacen, Madota parece vivir intrínsecamente su sentimiento por el arte de hacer música. El dúo, formado por Behnam y Mehran, ha ido construyendo una prometedora carrera en la escena electrónica mundial, avanzando poco a poco hacia el éxito. Por ello, saben que las referencias y experiencias acumuladas en este camino son fundamentales para desarrollar su posicionamiento artístico y, en este sentido, saben como pocos aplicarlas sabiamente en sus creaciones.



Ambos nacieron en Irán pero crecieron en Canadá. Tras tener contacto con dos culturas contrastantes desde la infancia, resultó en un repertorio diverso a una edad temprana. A esto se suma una fuerte influencia familiar, ya que Mehran tuvo la oportunidad de conocer diferentes músicas de discos traídos de los viajes de su padre, como The Moody Blues, Alice Coltrane, Mercedes Sosa y Gipsy Kings, además de tener acceso a la colección de casetes de su hermana, que le permitió sumergirse en el trabajo de Metallica, Pearl Jam, Nirvana y Tupac. Mientras que Behnam también vivió una experiencia similar, ya que su padre le introdujo en la música de los más variados géneros, desde el R&B/Soul hasta el Blues y el Rock, con Marvin Gaye, Ray Charles, Eric Clapton y Pink Floyd.



Además de la música occidental, en ambos también participaron artistas iraníes como Shahram Nazeri, Davood Azad y Keyhan Kalhor. Años más tarde, estas similitudes y diferencias en sus creaciones serían importantes para la concepción de Madota, que lleva en su esencia la dualidad de sus historias, al principio como iraníes-canadienses, así como la particularidad de cada universo musical, lo que resulta en una singularidad que sólo se puede lograr a través de la fusión y armonía de los artistas.



Con el amor por la música arraigado en sus corazones desde pequeños, no pasó mucho tiempo para que ambos chocaran con la Música Dance, embarcándose en este universo de una vez por todas. En 2011, el dúo comenzó a trabajar juntos como DJ en la vida nocturna de Vancouver y luego cruzaron el océano para invertir en sus carreras, ya que vieron infinitas posibilidades en la bulliciosa escena de Berlín. A partir de ahí crearon el proyecto Madota, que presenta este perfil multicultural y marca, de hecho, el recorrido personal y profesional de ambos artistas.



“Nacimos en Irán, crecimos en Canadá y ahora vivimos en Berlín/Lisboa. Entretanto, también hemos vivido y movido en más de otros 5 países. Vivir siempre con el guión de ser iraní-canadienses nos ha dado una perspectiva única sobre la música y la vida en general. En muchos sentidos, este entorno fragmentado nuestro también nos brinda la ventaja de conectarnos o comprender más fácilmente a más tipos de personas. Hemos aprendido a aprovechar nuestros diferentes antecedentes para en la ocasión o el país adecuado, a veces tenemos que inspirarnos en nuestras raíces de Medio Oriente y otras veces más en nuestra educación occidental. Es una danza caótica hermosa y constante”, dicen.



Vivir en Berlín también ha influido en la composición del sonido del dúo. Han seguido la escena de la ciudad desde una edad temprana, inspirándose en el sonido de artistas como Umami, Oliver Koletzki, Dirty Doering, Hanne & Lore y Sascha Cawa. Cuando se mudaron a Alemania hace siete años, los artistas comenzaron a conectar aún más con esta energía y espíritu creativo, haciendo de estas referencias una de las bases de Madota. Hoy, el proyecto reúne cada inspiración de este viaje como piezas de un rompecabezas, que juntas forman un resultado único y auténtico.



La identidad del proyecto presenta una potente fusión de elementos, que discurren en la línea del House, añadiendo toques de Soul y Jazz, pero siempre marcados por grooves oscuros que hacen bailar sin cesar al público. También les apasionan las producciones que tocan el alma con instrumentos, voces y melodías profundas que despiertan sentimientos latentes. En las pistas de baile, su amor latente por la música es aún más evidente, ya que Behnam y Mehran ponen todo lo que tienen en cada set, física y emocionalmente, para conectar intensamente con los ritmos y el público.



Esto ha llevado al dúo a viajar a diferentes partes del mundo, actuando en Estados Unidos, Europa y también Oriente Medio y Norte de África, lugares donde tienen una fuerte conexión. “Al ser de Irán, naturalmente sentimos una conexión natural con esta región dada la profundidad de sus ricas historias y vibrantes culturas. Tuvimos la oportunidad de ingresar a esta región tocando en lugares como Beirut, Marrakech y Dubai. Nos sentimos aún más llamados seguir tocando en esta área e impulsar nuestro sonido en la región. Además, tenemos muchas ganas de explorar América Latina también”, y añaden su deseo de actuar algún día en su país de origen: “Irán sirve como una fuente inagotable de inspiración. No podemos esperar el día en que podamos irnos. Sin embargo, hasta entonces intentaremos celebrar a Irán y su pueblo de todas las formas posibles dentro de nuestras posibilidades”.



En lo que a los estudios se refiere, Madota también viene desarrollando trabajos prometedores. En su búsqueda por evolucionar creativamente con cada lanzamiento, uno de los pilares de su creación es mantener la calidad de cada producción. Por eso, el dúo se toma su tiempo a la hora de presentar nuevos temas, aunque una discografía en expansión ha dado buenos indicios.



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Recientemente lanzaron el sencillo “Metamorphosis” en el sello Wannabe A Frog Records, así como un remix del tema “Jananeh”, de Bahramji, Marcan Dede, Baham y Golshifteh Farahani, artista con el que tienen una conexión especial y, por ello, buscó traer la vibra de las pistas de baile a este tema, con fuertes percusiones y líneas melódicas, manteniendo su esencia.



Ahora, el catálogo del dúo promete crecer considerablemente, con el lanzamiento de su propio sello Beautiful Mess Records. El sello nació como un colectivo musical, con el objetivo de celebrar a músicos de todo el mundo, destacando nuevos talentos y música que emana sentimientos profundos.



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