Adriatique contó su cuento espacial y revolucionó Río

Adriatique contó su cuento espacial y revolucionó Río

El dúo suizo logro hacer una vez más en Buenos Aires su especialidad: sumergir en profunda hipnosis a una multitud con su minimalista música de melodías sintetizadas.

Artículos | Por Rodrigo Mendez | 18 de marzo de 2022

Es posible que algún espectador distraído -o primerizo en eso de presenciar un show de Adriatique- tarde un buen rato en entender la lógica del espectáculo ofrecido. Los jóvenes DJ´s del mismo nombre de pila se empecinan en estructurar viajes mentales a base de introspectivos sonidos y sutiles acordes, que avanzan de menor a mayor, hasta alcanzar un clímax a todo volumen que por lo general estalla en lo más alto con bombos en reverberación. Luego de ese acontecimiento exquisito, llega la parte del techno y su consiguiente baile que se esparce por toda la pista como un virus contagioso. Pero cuando apenas uno encuentra el paso y el ritmo se hace carne en los clubbers, los suizos derrumban todo los construido con bajadas abruptas que descienden al público desde lo más alto de montañas compositivas a subsuelos de tímidos ruidos sostenidos. Así una y otra vez.

Ese permanente paseo entre euforia electrónica y lagunas de sintetizadores fue una constante de Adrian Shala y Adrian Schweizer el pasado domingo en Río, fecha que llegó a su inicio con entradas agotadas y una gran expectativa generada por los creadores del sello Siamese records. Los habitués del dúo disfrutaron del ya conocido catálogo de sensaciones que los miembros de Afterlife y Diynamic suelen abanicar en cada presentación, mientras que algunos novatos intentaron acomodarse a los oleajes intermitentes hasta que sucumbieron ante el peso mismo del poderío musical ofrecido. Atrapantes tracks con vocales estimulantes como Sopra Il Mondo de Sam Shure y So U Kno de Overmono, fueron revueltas con temas como Cornetto de Spada y Geht´s Noch de Roman Flugel, dándole forma a todo ese coctel antes mencionado.

Lo de Adriatique a metros de las aguas del Río más ancho del mundo significó una tormenta perfecta entre progressive, house y techno, y sirvió de colchón preparatorio ante una de las fechas bomba del año que se aproxima: Tale Of Us en Mandarine Park. Dignos alumnos de los hermanos conte, los adrianes de suiza sacudieron el final de semana en la ya clásica propuesta de los domingos porteños llamada Río, ciclo que ya anunció tentador cartel para los siguientes meses, negándose a perder protagonismo en la escena con más artistas de renombre en sus marquesinas.