Amancay: Cuando la música florece en colectivo

Amancay: Cuando la música florece en colectivo

Un sonido que trasciende, un movimiento que se consolida

Artículos | Por DJ Mag Latinoamérica | 07 de febrero de 2025

Hay historias que comienzan sin un gran plan, sin una hoja de ruta clara, pero que con el tiempo encuentran su propósito. La de Amancay es una de ellas. No nació como un sello convencional ni como un simple grupo de artistas lanzando música: es una comunidad, un espacio de exploración sonora y humana, un refugio creativo donde las ideas germinan y se expanden.

En 2021, cuando el mundo parecía estar detenido, un grupo de amigos melómanos, obsesionados con los matices más finos de la música electrónica, se encontró compartiendo tracks, obsesiones y noches de charlas interminables. Como recuerda Marvio, todo comenzó casi sin querer: “Hace seis años formamos un grupo de WhatsApp donde hablábamos todos los días de producción, plugins y música. Un día surgió la idea de formar un sello para poder lanzar nuestra música, y así empezó todo”. Lo que comenzó como un simple intercambio de ideas terminó mutando en algo más grande: una plataforma donde su identidad musical podía tomar forma y resonar en el mundo.

Ahora, cuatro años después, Amancay no solo es un colectivo que marca presencia en la música electrónica argentina, sino que también ha logrado posicionarse a nivel internacional. Su sonido, que navega entre lo etéreo y lo contundente, ya ha captado la atención de artistas como Solomun, Tale Of Us, Keinemusik y Dixon. No es casualidad: detrás de cada track hay una búsqueda genuina, un deseo de plasmar algo auténtico, sin ataduras a las tendencias del momento.

Muy pronto verá la luz la cuarta entrega de su serie de compilados, Ficciones IV, un nuevo capítulo en la historia de Amancay. Con catorce tracks que encapsulan la esencia del colectivo, este lanzamiento promete no solo mostrar su evolución musical, sino también reafirmar la comunidad que han construido. Cada artista aporta su visión y su historia, sumando matices a una obra que, en conjunto, se siente unificada y poderosa.

«Para nosotros, Amancay es como un cuadro en blanco en el que todos los miembros pueden pincelar a su gusto. Al final, se crea una obra única y multifacética«, describen This & That, dúo integrante del colectivo.

Francisco García, por su parte, recuerda cómo se sumó al colectivo: Recuerdo cuando Sebas (Last Men On Earth) me invitó a ser parte de un proyecto: un label con artistas que compartían nuestros mismos gustos dentro de la música electrónica. En ese entonces, mi único vínculo con los chicos era intercambiar música, algo que siempre disfruté. Así que acepté sin dudar. Hoy, después de cuatro años, el sello ya está bien consolidado en la escena, recibiendo apoyo tanto local como internacionalmente, y es algo que verdaderamente nos enorgullece.

Esa energía de crecimiento en conjunto es lo que más resalta para muchos de sus miembros. CCINNI lo define como «un clima terapéutico donde compartimos y crecemos juntos. Encuentro en Amancay un espacio de apoyo mutuo, tanto en lo musical como en lo personal».

Para Radon, todo se sintió como una casualidad destinada: «Antes de que Amancay existiera, conocí a Djolee y, a través de él, al resto del grupo. En 2021 fui de los últimos en sumarme, sin saber que ya estaba casi toda la familia que hoy forma el colectivo. Fue increíble caer ahí por accidente y descubrir que todos compartíamos la misma pasión».

Pero la esencia de Amancay no solo está en la música, sino en la filosofía de trabajo colaborativo. Djolee lo explica claramente: «Comenzamos como un grupo de amigos melómanos con ideologías en común que, con el tiempo, se convirtió en un gran equipo de trabajo con objetivos compartidos. Amancay es un proyecto en el que cada uno de sus integrantes puede expresarse artística y filosóficamente sin barreras, donde toda decisión se toma de forma consensuada y donde el respeto y la equidad entre las partes desempeñan un rol primordial. Somos conscientes de que contamos con todas las herramientas necesarias para moldear nuestro propio camino y trabajamos día a día para cumplir nuestros sueños, ayudándonos y potenciándonos mutuamente».

Para LKNV, la mayor satisfacción es ver cómo su sonido ha evolucionado hasta el punto de que otros lo identifican: “Para mí, uno de los mayores regalos que puedo recibir es cuando alguien escucha una pieza y dice: ‘esto es sonido Amancay’. Ese tipo de comentario representa un verdadero reconocimiento a nuestra identidad musical».

En palabras de Tiello, la esencia de Amancay se basa en la búsqueda de algo distinto: “Siempre nos gustó lo desconocido, lo que no venía al país, lo diferente. Amancay es nuestra manera de hacer las cosas como nos gusta, y cada vez estamos pudiendo crecer más”.

Para Golden Hour, el colectivo representa “un canal de expresión, donde la creatividad no tiene barreras”, mientras que Agustín Giri enfatiza que la clave está en la amistad: «Lo más lindo de ser parte de Amancay es que somos todos amigos, y eso hace que todo se disfrute aún más. No tenemos ataduras a nada, lo que nos da la libertad de hacer y mostrar lo que queremos».

Finalmente, Emiliano Demarco, resume la filosofía de Amancay: «Nació de un grupo de amigos para plasmar una visión artística y filosófica colectiva. Empezamos hace más de cuatro años craneando lo que sería aquel primer Ficciones I. Hoy, después de aciertos y errores, tenemos bastante claro hacia dónde queremos ir y estamos convencidos de hacerlo».

Hoy, Amancay es más que un sello: es una comunidad que respira música, un espacio donde cada integrante encuentra su voz y la suma a un relato sonoro que sigue escribiéndose. Con Ficciones IV a punto de ver la luz, el colectivo demuestra una vez más que la música, cuando florece en colectivo, puede llevarse más lejos de lo que cualquiera imaginó.

Mientras esperamos la llegada de Ficciones IV, escuchá Ficciones III y preparate para lo que viene.