La escena electrónica argentina tiene una particularidad: adopta artistas internacionales como propios. Y pocos encajan mejor en esa categoría que Boris Brejcha. Cada vez que su máscara de Joker aparece en una campaña en la ciudad, la reacción es inmediata: ansiedad, especulación y una expectativa que crece como si se tratara de una final de fútbol.

Lo interesante del caso es que esta vez no se trata de un anuncio directo ni de un flyer oficial. Todo comenzó con carteles en las calles y videos en redes sociales, un movimiento que habla de cómo la música electrónica ya no se comunica solamente en los clubs o festivales, sino también en el espacio urbano. Boris entendió desde hace tiempo que su propuesta no es solo musical, sino también visual y conceptual: una narrativa que engancha tanto a quienes lo siguen hace años como a las nuevas generaciones que lo descubren a través de virales.

Su regreso, previsto para el verano pero aún sin fecha ni lugar confirmados, es mucho más que otro show internacional. Es la confirmación de que Argentina se convirtió en uno de los principales lugares para la electrónica global. Lo vimos en Ultra Buenos Aires, donde cerró el primer día con un despliegue que combinó lo épico y lo íntimo al mismo tiempo. Y lo volveremos a ver en este próximo capítulo, donde la intriga forma parte de la experiencia.

Si algo caracteriza a Boris es su capacidad de crear universos: desde su sello Fckng Serious hasta los objetos de culto que lo acompañan (ese patito de hule enmascarado que ya es símbolo de pertenencia). En cada show se reafirma como un referente del high-tech minimal, un género que en gran parte le debe su nombre y su expansión. Y su comunidad en Argentina responde con la misma intensidad: entradas agotadas, interacciones masivas en redes y una fidelidad poco común incluso en la escena global.

Más allá de los rumores, el mensaje es claro: Boris vuelve, y con él regresa una experiencia que trasciende lo musical. Una experiencia donde performance, estética y sonido se combinan en un ritual que ya es parte del ADN de la electrónica en Argentina.

La cuenta regresiva ya empezó y el preregistro está abierto para quienes no quieran quedarse afuera de este anuncio histórico.