La épica noche de Mathame en Buenos Aires

La épica noche de Mathame en Buenos Aires

En el marco de la novedosa propuesta Andrómeda, los hermanos Giovanelli montaron un contundente teatro de música y emociones en una arrolladora presentación.

Artículos | Por Rodrigo Mendez | 08 de diciembre de 2021

Fue una epopeya musical con picos de emoción y baile profundo. Mathame se presentó en Mandarine Park frente a casi cinco mil personas en el marco del festival Andrómeda, una prolija experiencia de música, arte, gastronomía y tecnología que incluyó también las presentaciones de Nim y Forma, la banda electrónica de Juan Hansen. La propuesta inconfundible del dúo italiano a base de minimal techno mezclado con ráfagas melódicas de alto impacto rozó la perfección y sumergió en un viaje mental a la multitud que, por momentos, danzó bajo una suave llovizna de verano.

La apertura de puertas fue más temprana que en otras ocasiones, acción directamente relacionada con las novedosas opciones que ofreció el evento. Mientras sonaban los distintos artistas del warm up, quienes ingresaban al predio pudieron disfrutar de un variado patio de comidas, juegos tecnológicos musicales, amplios sectores de descanso e hidratación y una puesta en escena que transcendió a la simple fiesta electrónica. Este peculiar esquema de esparcimiento y comodidad fue un plus de confort celebrado por los presentes.

Si bien en esta nueva etapa de aperturas post pandémicas ya se realizaron varias fechas en Argentina con grandes artistas internacionales, el regreso de Mathame estuvo envuelto de una gran expectativa por el magnífico presente que atraviesan los hermanos Matteo y Amadeo. Esa enorme capacidad para mezclar techno de lo más bailable con lagunas de silencio y retorcidos sonidos, triunfa en todas partes del planeta llevando al dúo italiano a realizar sets filmados en locaciones recónditas que empatizan con la propuesta de su música.  

Para alegría de los fanáticos, Mathame no dejó afuera del setlist a ninguno de sus hits. “Swarm Storm”, “Magia” y “For Every Forever” fueron algunos de los bocados de un delicioso banquete de madrugada. Cuando los relojes marcaron las 5 y en momentos donde las piernas rogaban pausa, el remix del ya legendario “Nothing Around Us” sentenció el final del disruptivo ciclo Andrómeda.