Por los años de espera, por el clima previo a su presentación, pero sobre todo por la calidad del show y la excelencia musical ofrecida, la de Eric Pridz fue una velada histórica. Tanto es así que ya se escucha por ahí que quienes no presenciaron esta fecha se han perdido uno de los grandes eventos de música electrónica alguna vez ofrecido en nuestro país.
Astronautas, remolinos de cosmos, rayos laser como nunca antes, abducciones marcianas y variados robots fueron una constante durante las 4 horas que duró el recital del sueco en Mandarine Park. En delicado modo random, el artista desplegó un recorrido por toda su carrera, incluyendo tracks de sus tres alter egos: Pryda, Cirez D y Pryda Friends. Al minucioso paseo por su prolífera carrera no le faltó ninguna de esas perlas que conquistaron los charts de todo el mundo y que tanta influencia crearon en los músicos del género que hoy suenan por las radios.
Ante todo, Eric representa un ícono de la electrónica y tal vez su máxima genialidad radique en su expertiz de fusionar los mundos underground con esquirlas de lo más comercial. Estridencias combinadas con profundidad. Progressive con techno y algo de trance. Un permanente choque de mundos que desde el comienzo de su carrera encumbró a Prydz en lo más alto de escena mundial.
Ese respeto por su trayectoria mutó en positivas actitudes del público en el predio de la costanera. A pesar del agobiante calor nocturno, la gente decidió mantener prudentes espacios entre sí para permitir la circulación de aire y cuidarse entre todos. Si bien algunos parecieron economizar sus movimientos para cuidar la temperatura corporal en medio de los 31 grados reinantes durante toda la madrugada, el baile terminó por imponerse y las barras respondieron con agilidad la alta demanda de agua y tragos. Mientras tanto, Pryda y su encanto seguían escribiendo una de las paginas célebres en el historial de fechas argentinas.
Los recuerdos de fantásticas visuales y sonido arrollador, como en esos shows europeos que solo pueden verse por youtube, ya existen en las mentes de casi 10 mil personas que presenciaron la heroica noche de Prydz en Buenos Aires.