Peces Raros: Lo mejor de los dos mundos

Peces Raros: Lo mejor de los dos mundos

Del rock a la electrónica, la banda de La Plata absorbe los códigos de nuestra escena para sorprender a todos los públicos.

Artículos | Por Hernan Pandelo | 04 de febrero de 2021

Foto por Guido Adler

Buceando el vasto océano de los sonidos, más que Peces Raros son anfibios. La banda de La Plata le ha perdido el miedo a las etiquetas y combina las elementos más tradicionales del rock anclado en históricos músicos argentinos como Charly García y Miguel Abuelo, y los estímulos más jóvenes provenientes de la escena electrónica de clubes, con extensas transiciones, drops y sintetizadores.

Con lo mejor de los dos mundos, se han ganado un lugar en la consideración tanto de quienes buscan algo de rock en la electrónica como de aquellos rockeros que encuentran algo de frescura en sus beats. A días de debutar en Mandarine Park con un show que propone nuevos sonidos, nos sentamos a hablar vía Zoom con Marco Viera y Lucio Consolo, quienes comparten el mote de frontman de la banda, tanto en el escenario como en el estudio. Desde el estudio de grabación El Árbol, donde dieron vida a sus dos discos de estudio anteriores, se disponen a contestar nuestras preguntas en un recreo creativo, de frente a la cámara, con un monitor detrás que deja ver un software de producción musical en pleno uso.

“Al día siguiente de la Time Warp, dijimos: ‘tenemos que incorporar esto a nuestra música’”

Pasó mucho tiempo desde su último show presencial. De hecho, en pandemia solo han realizado un show en formato streaming. Están preparando el próximo show con dos temas de su futuro álbum para presentarlos ante el público, este viernes 5 de febrero, en su debut en Mandarine Park, el predio porteño que, en el último tiempo, se ha convertido en uno de los lugares favoritos de los clubbers. “Es un show que ya venimos trabajando hace un montón”, dice Marco. “Obviamente, cambiamos muchas de cosas, en base a lo que estuvimos escuchando y aprendiendo en este último tiempo. Siempre estamos cambiando de show constantemente y esta es otra oportunidad para hacerlo.”

Son cinco músicos en el escenario, nos explica Lucio. El baterista agrega a su batería la nueva TR-8 de Roland, “Baro” tiene un Prologue de Korg y un Digiton de Elektron; “Marian”, el bajista, se las arregla con un bajo y muchos pedales. Después, aparecen ellos dos: Marco toca la guitarra, tiene un MiniBrute y pedales de guitarra y Lucio tiene un Elektron de Analog Keys y una guitarra sin tantos pedales. “Tengo un delay, y ahora incorporé un Overdrive.¡Y cantamos los dos!”, agrega mientras su compañero lo ayuda: “Es como una formación de rock clásica pero llena de sintetizadores.”

Como adelantamos, Peces Raros nació en La Plata como una banda de rock de lo más tradicional, escuchando a los principales exponentes del género a nivel local, como Miguel Abuelo y Charly García, y otras corrientes extranjeras, algo más actuales, como Radiohead, Artic Monkeys, The Strokes. Tras un primer disco de rock tradicional, el dúo francés Daft Punk publicó su exitoso “Random Access Memories” y, lentamente, su visión empezó a cambiar. O, al menos, eso recuerdan. “Fue un disco rarísimo”, dice Marco y se acuerda. “También conocimos Justice, por esa época, y Soulwax también.”

Ambos coinciden que fue el disco “Cross” de Justice el que terminó por inclinar la balanza. Ese feeling rockero, medio gótico, sumado a una experiencia reveladora en la Time Warp Buenos Aires de 2014 los llevó a apostar por un sonido más moderno. “Ese fue el clic más fuerte”, coinciden. “Más allá de la electrónica que veníamos escuchando, ahí sentimos la experiencia total y absoluta de lo que es la música electrónica, que no es solo lo que pasa musicalmente, que se puede escuchar con auriculares, sino todo lo que acompaña. Ese código, ese hábito, el público, la espacialidad, el show visual que acompaña constantemente. Todos esos estímulos que hacen a la experiencia total, los entendimos ahí y, automáticamente, lo quisimos trasladar”, explica Marco. “Ya lo musical lo veníamos trasladando un poco. Entonces, empezó un proceso muy largo.”

Foto por Guido Adler.

“Fuimos haciendo todo nosotros, a los tumbos”, se suma Lucio. “Al día siguiente de la Time Warp, dijimos: ‘tenemos que incorporar esto a nuestra música’”, relata. Lo primero que hicieron fue comprar un Microkorg y sumar una vieja caja de ritmos que ninguno de los dos recuerda de dónde salió. “Hicimos borrón y cuenta nueva y nos propusimos dejar atrás todo lo que sabíamos. Cueste lo que cueste. Agregamos el MicroKorg al vivo, que nos lo íbamos pasando el uno al otro en el escenario, y empezamos a componer con otro pensamiento”, continúa Lucio, describiendo en detalle como incorporaban elementos de la electrónica, como el bajo ostinato que disparaba la caja de ritmos, al cual agregaban sus instrumentos encima hasta trasladarse a otra de sus canciones, generando así una transición sin cortes que nada tenía que ver con el mundo del rock tradicional del que venían. “Empezamos jugando y tratando de lograr algo parecido a un set”, cierra.

Como pueden imaginar, lo que comenzó como la transición entre dos temas en un momento del show, terminó siendo el hilo conductor de toda su performance sobre el escenario. Lo describe Marco: “Al principio, era un momento del show. Íbamos armando transiciones y una suerte de drop. Primero, con dos temas, después, con tres… Mucha gente que nos iba a ver, más acostumbrada al formato clásico de tensión y distención, y a ese orden de show con canciones, pensaba que era una gran improvisación, una cosa alocada. Para nosotros era un poco frustrante porque nos llevaba mucho tiempo de preparación. Llegó un momento en el que se hizo tan grande que se armó un gran set y el show pasó a ser eso.”

Y, ahora, cambió todo. “Cambió el show en vivo, el comportamiento de nuestro público, cómo viven el show, qué es lo que va a buscar o lo que espera encontrar”, enumera Marco. “Eso determina todo. La fecha pasa a ser como una fiesta. Mucho de nuestro público va en ‘modo electrónica’. Eso lo empezamos a percibir desde arriba del escenario.”

“Empezamos a pensar cómo podíamos apropiarnos de esos elementos, reproducirlos y que funcionen. Que generen un impacto en el público.”

“Una de las cosas que más nos costó fue poder instalar ciertas ideas musicales que funcionaban en la electrónica”, profundiza Lucio. “Recursos musicales que tienen que ver con el código de alguien que va a un show hace tiempo. En el rock, el solo de guitarra es un momento cúlmine. Nosotros queríamos que el drop fuera un momento cúlmine. Empezamos a pensar cómo podíamos apropiarnos de esos elementos, reproducirlos y que funcionen. Que generen un impacto en el público.”

Este viernes llegarán a un espacio que entiende de drops y que, si bien recibe bandas y actos de todo tipo, está acostumbrado a una dinámica público/performer más ligada a la música de baile. “Tocar en Mandarine Park es el acercamiento más grande que hemos tenido con el mundo de la música electrónica”, dispara Marco. “Es el templo de la electrónica en Capital. Hemos ido a ver a algunos DJs ahí.”

“Dixon nos gusta mucho”, contestan cuando consultamos por sus gustos musicales en el plano electrónico. “Nos encanta Innervisions, y nos encantan sus sets. Siempre inesperado, siempre termina funcionando, es arriesgado”, analizan mientras discuten entre ellos qué artistas fueron los que más han marcado el camino de Peces Raros. “Tuvimos épocas”, se detiene Lucio. “Cuando encontramos que podíamos ir a fiestas electrónicas y descargar data, lo hicimos mucho. Arrancamos yendo a ver a John Digweed, tuvimos épocas con Dixon, con Solomun, con Tale of Us… Y, después, muchos DJs locales. Manu Rodríguez de La Plata nos encanta. Valdovinos, que saca cosas en All Day I Dream, donde también está Facu Mohr…”

“La escena nacional la tenemos muy cerca, por suerte. Siempre que encontramos un track que nos gusta, le investigamos toda la discografía al productor, sin importar quien sea”, agrega Marco. La distendida charla podría seguir por horas. Son dos apasionados y entienden que los códigos de la electrónica tienen mucho para aportar a su sonido y a su puesta en escena. Nos quedamos con ganas de verlos en vivo. Nos invitan al show del viernes y queremos ir a ver de qué se trata…

Peces Raros se presentará este viernes 5 de febrero en Mandarine Park.