En el apogeo de las raves británicas de los noventa, antes de convertirse en la mega estrella que es hoy, Carl Cox era conocido como “el mago de las tres bandejas” gracias a su estilo feroz y vertiginoso. En un extracto de su nueva autobiografía, “Oh Yes, Oh Yes”, Cox comparte la historia de la primera vez que hizo magia con tres bandejas en una rave y cómo cambió el curso de su vida para siempre.

“Sabía que estaba tocando de una manera que nadie más lo hacía. Danny Rampling dice que mi estilo es ‘feroz’ porque ataco la cabina con todo lo que tengo. Solo quería esforzarme más y más, estaba seguro de que esta forma de arte estaba en sus inicios y que había más cosas para hacer que solo programar y mezclar. En una rave, seguí tocando hasta las 10 de la mañana y fue aquí donde hice algo que cambiaría mi carrera y, creo, la percepción de lo que realmente hace un DJ.

En un gran evento, siempre había una bandeja de repuesto a un lado, en caso de que una no funcione. Tocarías en el canal uno y dos, y tener un repuesto era esencial, especialmente porque era probable que si algo saliera mal, el tipo de sonido ya habría desaparecido en medio del frenesí de la pista de baile e incluso, si lo encontrabas, no estaba en condiciones de ayudar.

Entonces, yo estaba sacudiendo al público y podía sentir la energía de la multitud. Sentí que tenía más para decir, mucho más. Todos los mejores DJs estaban allí y yo todavía era bastante desconocido, pero sentía que estaba listo para dar un paso al frente. Había más de 15mil personas allí y Maxine, mi novia y manager en ese momento, me miró y me dijo: ‘Hay tres bandejas allí, sabes que puedes hacerlo’. Atrapado en el momento, puse un disco en la bandeja extra y lo mezclé. El sonido era más gordo de lo que había imaginado y, como la mayoría de mis sets no están planificados, no fue difícil continuar. Fue todo en cámara lenta para mí, mientras sacaba mis discos. Tenía dos copias de ‘French Kiss’ de Lil Louis y las mezclé a capella con ‘Let It Roll’ de Doug Lazy. El público se estaba calmando, listo para regresar a casa, cuando la música los golpeó. Fue como si los hubiera revitalizado con este sonido mágico, cuando 15 mil personas encontraron más energía para volver a la pista de baile.

De repente tuve una plataforma extra para generar la profundidad que estaba buscando en mi sets. La gente estaba asombrada y tanto los asistentes a la fiesta como los promotores se acercaron para ver qué estaba pasando. Se corrió la voz alrededor de la fiesta y grupos de ravers se acercaron para ver qué estaba haciendo el recién bautizado ‘mago de las tres bandejas’. Maxine entregó mi tarjeta de presentación a todos los promotores y dijo: ‘Si quieren contratarlo, se llama Carl Cox’, y eso fue todo. Definitivamente, las cosas ya habían cambiado para siempre. Nació el ‘Three Deck Wizard’ y de repente me convertí en alguien en el mundo de los DJ y nunca miré atrás.

Pude ver lo que me hacía destacar entre los otros DJs. Crear la atmósfera con mis discos siempre fue la esencia de lo que estaba haciendo. Entonces, cuando estaba mezclando dos discos con mi estilo único, la gente realmente respondía a algo que no obtenían en ningún otro lugar, y cuando ponía esa melodía extra en mis sets de tres bandejas, la gente se trasladaba a otro planeta.

En 1990, yo ya era headliner y mi nombre estaba en lo alto de las marquesinas. Estaba en los volantes junto a los grandes nombres de la escena. Al principio, los promotores no estaban muy seguros de cómo contatarme. Normalmente, ponían algo después del nombre del DJ para explicar de dónde venía. Por ejemplo, para la fiesta ‘Mother of all Night Raves’ de Love Dove Dance 1, el volante proclamaba que tenía ‘el mejor line up de DJs jamás reunido en el Reino Unido’.

Cuando llegó mi turno, yo no tocaba en ningún lugar destacado con regularidad, por lo que no había un punto de referencia para los ravers. Tenían que conocerme por mi nombre y reputación. No sé cómo ni dónde empezó el nombre, pero me anunciaron como ‘La elección de la gente’. Y eso se convirtió en mi slogan habitual. La gente les pedía a los promotores que me contrataran y no compraban boletos a menos que yo estuviera en el line up. He escuchado historias de personas que pasaban los fines de semana conduciendo, buscando la rave en la que Coxy estaba tocando. El título de ‘la elección de la gente’ me gustó. Me hizo sentir querido.”