De: Cieszyn, Polonia
Suena como: Joseph Capriati, Nicole Moudaber, Monika Kruse
Tres pistas: The Siren, Papillon, Amor
Proveniente de una gran familia gastronómica, su legado parecía estar atado a continuar en el negocio culinario. Tuvo su educación en el renombrado Hotel Steigenberger, con su padre deseando que se convirtiera en gerente de hotel. “No tuve mucha suerte con eso. Entonces, después de terminar mis exámenes, fui directamente a Estados Unidos y estudié Psicología y Radiodifusión. Necesitaba ese tiempo para mí y para descubrir qué es lo que realmente quería hacer en mi vida.”
A los trece años, recibió una cinta de parte de su tía. Se trataba de una grabación de Jeff Mills en Detroit que cambió por completo su mente acerca de la música. “Por supuesto, ya escuchábamos ritmos electrónicos en la escuela y tenía algunos amigos que siempre iban a la Loveparade de Berlín, pero desafortunadamente todavía era demasiado joven para unirme a ellos”, recuerda.
“Solo recuerdo que siempre quise trabajar con música, pero no me gustaba tocar instrumentos típicos de la forma en que lo conocemos”, piensa. “No me gustaba toda la música antigua y tenía que practicar con ese material antiguo. Para mí, sonaba un poco aburrido. Realmente lo intenté, pero no me pude involucrar. No tenía motivación.”
Tuvo su primer programa de producción en una vieja computadora Commodore 64 en los años noventa. “No había samples, como ahora”, explica. Pero su vida cambió por completo cuando llego a Minneapolis, en Estados Unidos. Ya conocía la escena techno alemana desde adentro pero allí había hip hop en todas partes. No había raves, ni techno. El techno se hacía desear. “Al mismo tiempo, hice algunos amigos que tenían una tienda de discos. Un día, me pidieron que ponga algo de techno alemán. No tenía ni idea de cómo hacerlo, pero lo hice. Fui a la sección de música techno de la tienda y había unos 25 vinilos. Mi mejor amigo era DJ de hip hop y me ayudó a mezclar. Me enamoré. Desde ese día, estuve practicando todos los días en la casa de mis amigos para aprender. De vuelta en Alemania, comencé a tocar los fines de semana para amigos y comencé a dar mis primeros shows en los clubes de mi ciudad.”
Alrededor de 2007, Klaudia ya tocaba de forma cotidiana. Con el tiempo, su base de fanáticos fue creciendo y empezaron a llegar los éxitos. “Nunca pensé que llegaría tan lejos”, analiza. “Simplemente seguí mi corazón y parece que mi corazón sabía el camino correcto.”
En medio de una escena global en constante expansión, Klaudia va ganando terreno a base de grandes tracks que suenan en todo el mundo. Su tema “Papillon” y sus apariciones en eventos como Time Warp y Awakenings son claros ejemplos de su solidez actual. “Se viene un verano ajetreado y no puedo pedir más. Me encantaría volver a Sudamérica. Durante mi gira de tres semanas en diciembre me enamoré de los países y los ravers.”