

Después de acumular más de 80,000 discos en un período de 50 años, Ken Perkins falleció, dejando en manos de su hija lo que se considera es la mayor colección de discos de Australia. Ahora, Natalie Perkins quedó a cargo y, al parecer, no quiere tener mucho que ver con la inmensa cantidad de música que le dejó su progenitor.
Lo mujer decidió llamar a un experto para descubrir el valor de la colección y, si bien no se ha podido establecer un valor hasta el momento, dicen que podría valer una fortuna, con discos de 78 RPM que podrían tener más de cien años.
El especialista le dijo al medio ABC Gold Coast que“tendría que revisar cada álbum individualmente y calificarlo por su calidad y, también, por su rareza, y luego sería capaz de calcular el precio”. Además, de especificar que sería más sencillo dividirlo y venderlo por secciones, ya que hay de todo y no todos los coleccionistas buscan lo mismo. Lo más increíble: ¡para poder escuchar toda la colección se necesitan unos seis años y medio!
Sin embargo, si bien la colección dividida podría encontrar dueños más geniunos que tengan un verdadero interés en su contenido, el valor histórico y cultural de la colección debería ser lo suficientemente fuerte como para mantener todos los discos juntos. “Alguien en algún nivel gubernamental debería tomar el control de la colección porque es un tesoro nacional”, dijo el especialista a la ABC.
Mientras espera por un comprador, la dueña Natalie Perkins abrió una cuenta de Instagram para seguir las novedades. La pueden seguir aquí.