El suntuoso line up propuesto por la firma israelí ya garantizaba de antemano una gran noche en el predio al aire libre de la costanera porteña. Juntar a DJs y productores de la talla de Sahar Z, Patrice Baumel, Tantum y Guy J no puede fallar, pensaron muchos. Y así fue que el pasado sábado 18 de febrero miles de jóvenes se congregaron a orillas del Río de la Plata para colmar Mandrine Park en el comienzo del fin de semana extra large de carnaval.
Fueron días agitados en nuestro país para esta banda de melódicos artistas. Se abrieron paso entre las montañas cordobesas de La Cumbre. Desde allí solo llegaron ecos de elogios por el coctel musical ofrecido en ese recóndito punto espiritual. Después vino el turno de la Patagonia, con el ciclo Vision en Río Negro. Siempre juntos, desembarcaron luego en la Capital Federal para hacer de las suyas. Por último, ayer se despidieron de Argentina con sus presentaciones en el MoonFest a orillas del lago en el Gran Hotel Potrerillos, Mendoza. Gira soñada.
En cuanto a la selección musical, en Buenos Aires el famoso festival We Are Lost rindió los frutos esperados. El correcto opening de Tantum le dio lugar a uno de los números más festejados de la velada: Sahar Z. El calvo DJ electrificó la enorme pista de baile con su oscuro y groovero set, hamacando a la multitud en rápidos movimientos corporales y celebración explícita. Promediando la madrugada, surgió en escena otro amigo de la casa. Patrice Bäumel pareció recorrer el camino inverso al relato tradicional acostumbrado desde las bandejas. De mayor a menor, el alemán comenzó su presentación imitando los altos ritmos de su antecesor y de a poco fue sumergiéndose en lentos caminos hipnóticos hasta finalizar su show.
Todo planeado. A las 3 de la mañana irrumpió sobre el colosal escenario Guy Judah. El “Enano” para casi todos en esta parte del mundo. Desde que lanzó su primer álbum a los 21 años de la mano de John Digweed en Bedrock, todo fue crecimiento para el israelí. Cuando 5 años más tarde fundó su propio sello, Lost & Found, Guy J comenzó a pergeñar su estilo de fiesta que más tarde lo llevaría a recorrer todo el globo con impactante éxito en cada país. Estamos perdidos la títuló, en clara referencia a la atmósfera que propicia su música, siempre fresca, nunca predecible. En sus más de tres horas de set en Mandarine, Guy mostró pinceladas de su progressive house que ya es una estampa en todo el mundo y del que muchos se quedaron con ganas de más. Perderse en su repertorio fue de lo mejor del fin de semana.