Acompañado por un grupo de artistas electrónicos cada vez más prestigioso, Solomun vive una etapa inmejorable en su carrera. La evolución de su perfil trajo aparejado la consolidación de una plataforma para otros DJs que hoy aparece como una de las más exitosas. Mladen Solomun y el proceso que lo llevó a ser uno de los más buscados…
MLADEN
Solomun tiene muchos recuerdos de cuando era niño. Sobre todo, aquellos musicales. “Tengo muy presentes los sonidos de la radio, mucho funk, mucho soul, sonidos de los ochenta, música tradicional de Yugoslavia… Y a mí, cuando era joven, me encantaba escuchar hip hop y R&B”, nos expresa apasionado sobre una época en la que la música no tenía mucho que ver con sus pasiones. “Era muy joven para saber cómo era la escena. Toda mi energía estaba puesta en el fútbol, mi gran pasión cuando era niño”, confiesa. Aquella pasión empezó a crecer en sus primeros años de adolescencia, cuando empezó a interesarse por el mundo de las bandejas de discos y los beats electrónicos. “Empecé a mezclar pero, al principio, era más hip hop y R&B en los centros de la juventud de Hamburgo. Descubrí la música house mucho tiempo después y ahí, sí, pude descubrir una escena electrónica que era enorme en ese entonces”, recuerda de la ciudad hace un tiempo y de un hecho puntual que marcó un antes y un después en su vida. “La primera vez que escuché el live set de Antonelli Electr. para Kompakt quedé completamente fascinado. Básicamente, se trataba de techno melódico, o algo así. No estaba muy lejos del house”, explica.
Durante su juventud, el padre de Mladen tenía un pequeña empresa de construcción y, en tiempos de guerra en Yugoslavia, muchos de sus familiares escapaban a Alemania como refugiados. Muchos vivían en el pequeño departamento de la familia y allí les conseguían trabajo. “Como yo hablaba ambos idiomas, alemán y serbocroata, me convertí casi instantáneamente en una especie de capataz. Hice esto por alguno tiempo. Estaba un poco perdido en esos días en donde mi padre me obligaba a trabajar”, confiesa. En esos días en los que trabajaba levantando paredes de yeso, Solomun asegura haber aprendido una buena lección de vida. “Creo que es una de las razones por las que realmente puedo apreciar hoy de la vida que llevo.”
“Claramente recuerdo una noche en Greifwald, en la parte este de Alemania. Yo trabajaba allí hacía unos tres meses y, una noche, en el baño de un conteiner pensé: ‘Debe haber algo más. Sólo necesito el valor para hacer algo más’. Estaba obsesionado con las películas en ese entonces. Tuve que renunciar a mi pequeña y recién iniciada carrera de DJ de hip hop después de que me hayan robado todos los vinilos pero no me importó mucho porque descubrí que quería hacer películas. Así que, con dos amigos, fundamos una muy pequeña empresa y empezamos a hacer películas. Era algo increíble pero hacer películas toma muchísimo tiempo y tienes que ser muy paciente. Cuando volví a pasar música me di cuenta muy rápido de que la música era lo que iba a guiarme en la vida. El trabajo en la construcción era siempre mi plan B en caso de que la música no funcionara.”
Así fue como, en el año 2002, decidió empezar a hacer sus propias fiestas junto a su compañero Adriano. Las llamaron DIY porque hacían todo por su propia cuenta y el ethos era algo como “hágalo usted mismo” –“Do It Yourself”, en inglés. Empezaron a hacer fiestas cada cuatro semanas para sus amigos, sólo porque querían hacer una buena fiesta en Hamburgo. Por supuesto, él tocaba en ellas junto a algunos actos que contrataban. Unos dos años más tarde, empezó a producir su propio material. “Sinceramente, no sé bien por qué quise hacerlo. Pasé por diversos momentos hasta que llegó a mí la vida del DJ y productor. Creo que fue algo completamente natural. Siempre tuve una gran pasión por la música.”
DIYNAMIC
De ahí en más, su carrera como DJ empezó lentamente a despegar. “Una vez, estaba tocando en un club pequeño en Hamburgo y Kai Frege de wordandsound me preguntó cuál era el tema que estaba sonando en ese momento. Estaba muy orgulloso porque era un track mío. Uno de los primeros que había producido, realmente. Y ahí, me preguntó: ‘¿Tienes más de esto?’. Yo le dije que sí y me invitó a su oficina. Le mostré algunos tracks y su reacción fue muy alentadora”, recuerda. De cualquier manera, él quería fundar su propio sello. Así, siguiendo los pasos de su primera fiesta, junto a su compañero Adriano, crearon hace diez años la plataforma discográfica Diynamic. “Básicamente, para poder lanzar mi material cuando quisiera”, resume Mladen.
Al principio, Diynamic era algo pequeño. Estaban Solomun, Adriano, H.O.S.H. y Stimming y era algo para ellos mismos y los más cercanos. Por ese entonces, el sonido que predominaba en la escena era el minimal techno y, si bien había algo de eso en estos artistas, Solomun quería poder ponerle su propio estilo. “Tenía el sentimiento de que podíamos ser más versátiles y valientes. Todos teníamos armonías, melodías y emociones en nuestra mente y queríamos explorarlas a través de la música. Así fue como empezó Diynamic.”
Dos o tres años más tarde del inicio de Diynamic, las contrataciones se hicieron cada vez más regulares y podía trabajar todos los fines de semana, algo que fue creciendo constantemente. “Siempre creció de manera constante. Creo que por ello pude mantenerme optimista todo el tiempo. Cuando empiezas a tocar, sólo quieres tocar lo más posible. Nunca siquiera me atreví a soñar con convertirme en un DJ headliner. Desde hace algunos años, esto está ocurriendo. Y eso me ayuda a seguir con los mismos objetivos de siempre: tener buena salud, buenos amigos y no preocuparme demasiado.”
Ligado directamente a su crecimiento personal está, claramente, la evolución del sello discográfico en cuestión. Diynamic se consolidó, al igual que él, en la elite a base de sólidas temporadas y un roster cada vez más grande y experimentado. “Diynamic me ayudó y yo ayudé a Diynamic. Realmente, no podría dividir esto y decirte que uno hizo más por el otro, o viceversa. Es genial tener un roster de artistas así, tan talentosos, en el sello y creo que también, para Diynamic, es fundamental que mi carrera esté bien”, se sincera con una visión interna de uno de sus más grandes proyectos, devenido en una de las agencias más grandes del mundo de la música electrónica. “No pienso mucho en eso pero es verdad. Cuando empezamos H.O.S.H., Stimming y yo, estábamos lejos de pensar que íbamos a contar con un grupo tan grande diez años después. Y, sí. Poder viajar por todo el mundo con showcases donde sólo se presentan artistas nuestros es algo muy especial y me llena de orgullo.”
Se lo nota orgulloso con lo que ha logrado y lo escupe una y otra vez. Disfruta del aspecto de seleccionar la música que saldrá, de poder aconsejar a los suyos y cuidar sus carreras. Además, por supuesto, de ofrecer un equipo de management que, a las claras, tiene todo para ayudarte a crecer. “No es algo que sólo se trate de lanzamientos. Creo que nuestro éxito tiene que ver con que somos un colectivo que crece junto y se apoya uno en el otro.”
“El principal objetivo fue y siempre será lanzar buena música de artistas increíbles. Y, supongo que eso no cambiará con los años. Seguiremos trabajando puntualmente con nuestros artistas, creciendo, desarrollando sus carreras y trabajando en nuevos conceptos.”
SOLOMUN
“Ya han pasado 15 años, me siento bendecido”, dice cómodo y analiza. “El sonido ha cambiado… La música house se volvió más lenta y profunda. Además, el techno se mezcló con cosas más románticas y emocionales. Pero es algo que sigue cambiando constantemente y, vaya donde vaya, encontraré todo tipo de géneros. Por eso amo tanto la cultura electrónica que tenemos: funciona a nivel global y todo está pasando, en este momento, en algún lugar distinto.”
Esa proliferación la vive como propia desde hace tiempo. Como bien dijo, lleva quince años de una carrera bendecida por los éxitos. “Era diferente antes. Algo es seguro: tenía mucho más tiempo para producir ya que no viajaba tanto como en los últimos años”, explica. Ese tiempo lo llevó a lanzar su único álbum de estudio, llamado “Dance Baby”. ¿Lo han escuchado? Interesante manera de ver lo que hacía Solomun hace unos siete años atrás, cuando su carrera seguía en ascenso pero aún no se lo podía catalogar como uno de los grandes DJs del momento. “Tenía una buena racha de canciones y pensé ‘ok, ahora podría ser el momento de lanzar un álbum’”, recuerda sobre aquella época. Mucho tiempo ha pasado ya desde aquel trabajo. Para él, los álbumes funcionan como grandes trabajos exhibicionistas, donde se pueden hacer unas buenas imágenes que perduren en el tiempo. Pero se lo ve respetuoso de este tipo de trabajos. “Creo que deberías hacerlo si tienes algo que decir. También, puede hacer como, por ejemplo, Die Antwoord de Sudáfrica. Sólo lanzan singles y los acompañan con increíbles videos”, ejemplifica.
Lo que mejor le sale a él, desde nuestro punto de vista, son los increíbles edits que, de vez en cuando, salen a la luz. En ellos, siempre logra captar la esencia de los temas, y darles su toque personal. “Sólo busco buenos vocales y, si tienen algo especial, disfruto mucho retocándolos”, sonríe. ¿Qué tiene que tener un track para que decida remixarlo? Él tiene una respuesta: “Un sentimiento particular, una atmósfera especial, cierta tensión, un argumento en particular, una voz… Siempre es diferente pero hay algo del sentimiento que genera. Me encanta la voz humana porque te transporta a cientos de emociones, mucho más que cualquier otro instrumento que conozca. Así que, si el cantante tiene ese algo especial, me interesa”, explica. “El último track que tuve la suerte de editar fue uno de Leonard Cohen, quien ha fallecido recientemente. Su voz, obviamente, era única. Profunda e intensa. Fue interesante ponerme a buscar el ambiente indicado para una voz con tanto porte.”
Sus edits dan la vuelta al mundo entero y, de tanto éxito alcanzando, decidió juntarlos todos en un compilado que lanzó con remixes desde el año 2008 al 2015. En sus propias palabras, se trató de una exhibición que tenía ganas de realizar con sus trabajos y resultó ser muy enriquecedora para él. “Puede sonar extraño pero me sorprendí cuando empecé a compilarla. Había algunos temas de los que me había olvidado por completo. Literalmente, redescubrí algunos de mis temas. La terminé dividiendo en dos partes, con dos CDs. La primera, más vocal y deep; la segunda, con menos vocales y un sonido un poco más rígido.”
GLOBAL
Solomun está al frente de toda la escena. Es de los más buscados, de los más convocantes y exitosos. Sus pasos hacen revuelo y lo sabe. “Nuestra pequeña escena electrónica está creciendo mucho cada año. Se encuentran talentos en todo el mundo. La gente envía demos a Diynamic y, realmente, vienen de todas partes del mundo. Así que, se ve como un movimiento global y, por eso, creo que no estamos ni a mitad de camino”, reconoce. Para el bosnio, las cosas cambiaron en el mundo electrónico cuando Estados Unidos exprimió el término EDM y empezó a darle rienda suelta a gigantescos festivales. “Digamos que con sonidos horribles… pero escalas de producción enormes. Algo que hizo que todo crezca. Ahora, con ese crecimiento, se sumaron los clubes y, por supuesto, artistas de todo el mundo.”
Esa es la razón por la que se dio a nivel global. Hoy, artistas jóvenes tienen más herramientas para hacerse notar, como las redes sociales. En teoría, analiza, es más sencillo que en tiempos donde él empezó. “Como joven artista, uno quiere tener todo el feedback posible sobre lo que hace. Algo que es más sencillo con herramientas actuales, como Soundcloud, por ejemplo”, observa y, a su vez, pone en balance sus pensamientos. “Por supuesto, hay otros miles de artistas intentando ser escuchado también así que hay que aprender a llamar la atención.”
Esto es algo que, sin dudas, ha podido experimentar en su lugar de A&R del sello. “Uno aprende mucho de la industria y, si haces un buen trabajo con otros artistas, y confían en tu gusto, nunca se desarrolla de manera negativa”, explica.
Inmerso en la charla. Apasionado. Lo de Solomun nace desde lo más profundo. “Películas, música, arte, la moda… Tengo el privilegio de viajar mucho. Veo muchos clubes, aeropuertos, autos y hoteles por dentro pero siempre me tomo el tiempo de ir a museos o galerías. Esas cosas me inspiran”, revela. Él no tiene un proceso para conseguir inspiración o, al menos, no pretende decírnoslo. Para el futuro, espera que las cosas sigan igual y no hay más objetivos que mantenerse a la vanguardia. “Estoy viviendo mi sueño”, cierra.