Madeon: Una apuesta de fe

Madeon: Una apuesta de fe

Hablamos con el francés mientras pasa la cuarentena en su casa de Los Ángeles.

Artículos | Por Hernan Pandelo | 30 de septiembre de 2020

“Lo siento. Gracias por esperar”, dispara Hugo Pierre Leclercq antes de activar la cámara en la llamada de Zoom que pactamos días atrás y a la que llegó tan solo unos minutos tarde. El joven francés a quien conocemos desde hace años bajo su alias Madeon nos atiende desde su casa en Los Ángeles, el espacio donde ha pasado toda la pandemia.

Encerrado en su hogar californiano, el productor musical ha pasado por todos los estados posibles: la tristeza inicial, el rush creativo, los nuevos métodos encontrados… A días de la salida del single “Prince”, que tocó en el festival virtual Secret Sky y generó un revuelo mundial, hablamos con él sobre este extraño presente y, jugando con el título de su reciente álbum de estudio “Good Faith”, esa apuesta de fe que se juega en cada paso.

¡Hola, Hugo! ¿Cómo está el clima por ahí?

“Es genial. Los Ángeles tiene una especie de verano interminable. Creo que es un poco por lo que me decidí venir. Yo nací en Francia y decidí mudarme a Los Ángeles para tener ese verano interminable.”

Hablemos un poco de esta pandemia. ¿Cómo estás pasando este momento?

“Aquí en California está todo bastante cerrado. Los cines, los restaurantes, los clubes… Pero, después, creo que todo depende del cuidado personal de cada uno. Tengo la suerte de tener una casa en la que puedo quedarme así que he decidido salir lo mínimo posible y mantenerme a salvo. Es una pequeña pérdida de libertad pero tiene un buen fin. No he salido de mi casa en meses.”

Pero has estado haciendo algunas cosas… ¿Has estado produciendo algo de música?

“Si, claro. He estado explorando diferentes tipos de arte. Escribí muchas canciones acústicas. Estuve haciendo música de todo tipo de géneros. Pintando, haciendo algunos diseños… Ha sido todo bastante creativo, por suerte. Al principio, cuando empezó la cuarentena, estaba un poco triste y no encontraba mucho la inspiración pero, rápidamente, vi el tiempo que tenía como una oportunidad y, desde ese momento, he estado trabajando de manera muy libre. Es muy lindo poder hacer proyectos grandes sin las interrupciones propias de los tours y los shows. Así que, de alguna manera, intenté y pude sacarle el mayor provecho.”

Debe ser algo completamente diferente a lo que estabas acostumbrado con los viajes constantes…

“Es algo totalmente diferente y quiero tomarlo así, como viene. Aunque debo decirte que extraño mucho el tocar frente a las personas. Me llena de energía y de inspiración. Necesito ese contacto con el público. Sin dudas, es una de las más grandes alegrías de mi vida. Así que, sí, no es todo positivo en este momento pero intento sacar lo mejor…”

Haz hecho algunos shows virtuales, como Secret Sky… ¿Qué hay de eso?

“Sí, he hecho algunos. Cuando ya habían pasado algunas semanas de cuarentena, tenía tantas ganas de tocar que encontré una tabla de planchar, la puse frente a una pared, armé todos mis equipos y empecé a transmitir en mis redes sociales. Hice lo que llamé una ‘Ironing Board Session’. Y fue algo increíble. En ese momento, necesitaba mucho la conexión con la gente y me encontré con algo sorprendente. Completamente diferente pero muy significativo para mí. Creo que hice varios, durante algunas semanas. Y, luego, mi amigo Porter Robinson organizó el festival virtual llamado Secret Sky y me invitó a tocar. Para ese show, hice algo un poco más visual. Encontré la inspiración en las limitaciones de tener que hacerlo desde casa. Porque, ya sabes, siempre toco en escenarios enormes con grandes pantallas y, obviamente, desde casa, no puedes tirar fuegos artificiales. Si quieres hacer algo atractivo a nivel visual, tienes que ser creativo. Así que puse una pantalla verde y diseñé algunos visuales para ese show. La pasé increíble. Fue, sin dudas, el momento más destacado de la cuarentena. Y como lo grabé unos días antes, pude verlo el día de la transmisión y fue como si estuviera en el público de mi propio show, algo que nunca había experimentado.”

“Me di cuenta que daba mis shows por sentados y, ahora que no los tengo, pienso que son lo máximo.”

¿Y era lo que esperabas?

“No tenía muchas expectativas, la verdad. Fue súper divertido. Me hice un trago y bailé un poco, mientras leía lo que todos iban diciendo. Me sentí muy conectado con los fanáticos. Fue un momento mágico.”

 ¿Y qué puedes decir en general de los streamings virtuales y esta explosión que vivimos en plena pandemia?

“Bueno, primero es importante decir que es una verdadera tragedia para todos los que trabajan en eventos. Ver a tu profesión desaparecer de la noche a la mañana es algo trágico. Sigo bastante conmovido por eso, para ser honesto. Pero, al final del día, aprecio que se trata de un momento histórico. Siento que podremos ver hacia atrás en un tiempo y compartir esta historia todos juntos. Quiero ver cómo se da la transición hacia un mundo nuevo. Si ocurre de un día para el otro o si será algo progresivo que tardará un tiempo. Pero supongo que será un momento que recordaremos como uno que nos unió a todos. Cuando eso ocurra, podremos expresar un nivel de gratitud que no hemos sentido mucho hasta ahora. Me di cuenta que daba mis shows por sentados y, ahora que no los tengo, pienso que son lo máximo. Cuando podamos volver a los escenarios, será algo muy profundo y muy emocional. La conexión será enorme.”

Madeon

Y también existe una conexión global que no tienes en tus shows presenciales. Cuando haces un show en Francia, el público es local. En este mundo virtual, el público está disperso en todo el mundo. ¿Lo sentiste así?

“Sí, es algo que me encantó. Soy súper afortunado de tener fanáticos en todo el mundo y suele ser un verdadero dolor de cabeza cuando intentamos llegar a todos. Así que, poder llegar a todo el mundo al mismo tiempo fue algo muy especial. Creo que en el futuro habrá artistas que tomen estas ideas, a pesar de que los shows presenciales vuelvan a ser lo normal. Quiero seguir haciendo cosas así y parece que ahora son una parte fundamental a la hora de desarrollar y construir una comunidad. Creo que es una revelación bastante mágica para mí y para muchos otros. Sentí que tenía a todo el mundo en mi living. Fue magia.”

Y en medio de la magia apareció el nuevo single “Prince”.

“¡Oh, sí! En noviembre del año pasado lancé mi segundo álbum de estudio ‘Good Faith’, un trabajo que tiene que ver con la alegría y el optimismo. Pero, antes de hacer ese álbum, tenía música un poco más oscura y una de esas canciones era esta que se llama ‘Prince’. Fue la primera canción que terminé con el propósito de incluirla en el álbum pero, cuando terminé todas las canciones, decidí sacarla porque sentí no tenía la emoción correcta. Y, cuando se venía el show de Secret Sky, me pareció interesante poner la canción y usar el momento especial para tocar una canción que nunca vería la luz. Y a la gente le gustó de inmediato y empezaron a hacer preguntas, así que decidí que sería lindo lanzarla para complementar la imagen de ‘Good Faith’. Darle algo de contexto. Es una especie de prólogo o preludio que puedes escuchar para entender cuál era mi estado mental antes de empezar a trabajar en ese álbum. Así que fue ese feedback de todo el mundo lo que me llevó a lanzar la canción. Ese fue otro de los aspectos mágicos de hacer un show virtual que llegue a todo el mundo.”

¿Cómo es el proceso para determinar qué canciones puede ir en un álbum o no?

“Fue algo diferente para cada uno de los álbumes. Para ‘Good Faith’, hice muchísima música. Cientos de demos. Había una especie de estilo general que buscaba así que traté de hacer la mayor cantidad posible y, más tarde en el proceso, iba eligiendo las cosas que más me gustaban y las ponía en orden. Entonces, armaba un tracklist y lo escuchaba entero, de principio a fin, y veía cómo me sentía con eso. Tomaba un trago, o me sentaba con amigos y lo escuchábamos. Escribía algunas notas al respecto: ‘esta canción es un poco lenta’, ‘esta canción no debería venir después de esta’… Me gusta la idea del álbum. Quiero que la gente pueda escucharlo completo y en orden. ¡Y por eso es tan corto! Dura solo unos 32 minutos. Porque quiero que la gente ponga play y disfrute de toda la experiencia hasta el final. Con ‘Good Faith’ lo que hice fue hacerle escuchar todos los demos a mi amigo Lido, que es un productor noruego que vive en Los Ángeles también, y él me dijo que ponga el track ‘Dream Dream Dream’ al principio. Y, una vez que tuve este comienzo, todo se dio de manera mucho más fácil y seleccionar el resto de los temas desde ese lugar fue algo más sencillo. Así fue como se armó el tracklist.”

“Me gusta la idea del álbum. Quiero que la gente pueda escucharlo completo y en orden. Que pongan play y disfruten de toda la experiencia hasta el final.”

Nombraste diferentes procesos respecto a tu primer álbum, “Adventure”. ¿Qué cambió?

“Para ‘Adventure’ tenía una historia en mente. Sabía qué quería y cómo lo quería contar. Entonces, por ejemplo, sabía que necesitaba una canción oscura para el espacio N°7 del tracklist. Empecé con un plan de construcción y lo fui ejecutando. En ‘Good Faith’, todo lo contrario. Decidí pensar en la mayor cantidad de ideas posibles y luego ver qué podía convertirse en un álbum.”

¿Y qué pasa cuando escuchas ‘Adventure’? ¿Sos crítico de tu propia música?

“Estoy muy orgulloso de los dos álbumes, pero encuentro que, cuando escucho ‘Adventure’, si bien tengo grandes recuerdos del momento en que lo escribí, encuentro cosas técnicas que hubiera hecho diferente. Pero tiene lógica. Hice ese álbum en el 2014 y, obviamente, mis gustos y mi técnica eran diferentes. Cuando tenga setenta años, escucharé el álbum y recordaré cómo era tener 19 años y escribir música. Creo que esa es la magia de hacer álbumes. Trato de no ser muy crítico y poder verlo como una especie de diario de mis gustos.”

Y manteniéndonos en el mundo de la producción, ¿mantuviste el estilo de tus producciones durante la pandemia o fuiste por algo más chill?

“Mi estilo no es tan para el club, a decir verdad, pero sí que he estado más metido en la composición y la escritura. Estuve con la guitarra, escribiendo letras… No pensé mucho en la producción musical en sí. Decidí que debía irme un poco del estudio y llevarme algunas cosas, como la guitarra, y escribir música en el sillón, en vez de distraerme con todos los equipos que tengo en el estudio. Entonces, ese ha sido mi enfoque. Lo cierto es que, como no tengo una agenda que seguir, estoy dejando que esas elecciones las dicte mi corazón.”

Algunos artistas coinciden que, a veces, limitar los objetos a la hora de componer o escribir puede ser de gran ayuda para la creatividad. ¿Es algo que te sirve?

“Si, creo que me ayuda a enfocarme. Creo que mucho de lo que tiene que ver con el arte y la creación tiene que ver con la selección. Me gusta pensar que cada una de mis etapas o mis álbumes tienen una especie de paleta de colores. Es como ser un pintor: eliges los colores y te comprometes. Entonces, creo que eso sí es parte del proceso. Ahora, puede que me interese enfocarme en las letras y en la composición de los temas, así que el hecho de sacarme de encima todos los equipos, puede ayudar. Pero, por supuesto, después me llevo esas canciones al estudio.”

“Como no tengo una agenda que seguir, estoy dejando que esas elecciones las dicte mi corazón.”

¿Y qué tanto confías en tus decisiones a la hora de componer? Para algunos, las canciones nunca están “terminadas”.

“Sí, ¡nunca termina! Intento mejorar en ese aspecto. La canción ‘All My Friends’, por ejemplo, me tomó cientos de horas. Literalmente. La reproduje desde cero, la organicé, regrabé y reinterpreté decenas de veces. Tengo, por lo menos, cien versiones de esa canción. Fue una especie de obsesión, era insalubre. Muchas canciones de ‘Good Faith’ me llevaron a eso. Ahora, trato de liberarme de eso y de confiar en mi intuición y de ser más eficiente, aunque me gusta tener todo bien pulido. Intento hacer un recorrido que sea más rápido. A veces, trabajar más en una canción significa alejarse del gesto o de la intención inicial así que es una línea bastante fina.”

¿Y tener a tanta gente esperando tu música es una ventaja o una presión?

“Me siento extremadamente afortunado. Cada artista tiene una relación diferente con su audiencia y me siento un privilegiado de tener un público que entiende y me toma en serio. Sabe que hago las cosas desde un lugar muy sincero así que se toman el tiempo de entender qué quise hacer. Eso me da mucha libertad y puedo ir al estudio y hacer, literalmente, lo que me sale. Y sé que todos le darán una chance. El único criterio real es la calidad y la sinceridad, y no esperan un sonido de mi parte. Son muy abiertos y apoyan todo lo que hago. Es un lujo para mí. No es ninguna presión, para nada.”

Madeon

Y compartes mucho público con Porter Robinson, con quien has hecho “Shelter” y con quien has compartido tours y demás… ¿Sientes esa conexión entre los públicos y entre sus carreras?

“Si, nos conocimos cuando yo tenía 12 años. Éramos muy jóvenes. Nos inspiramos el uno a otro de muchas maneras: musicalmente, personalmente, profesionalmente… Nos desafiamos mutuamente y crecimos juntos. Ambos pasamos de ser adolescentes en la escuela a artistas internacionales viajando por todo el mundo. Cuando Porter hizo ‘Worlds’, tuvo un gran impacto en mí e influenció mucho lo que hice en ‘Adventure’. Y, ahora, Porter va a lanzar su nuevo álbum, ‘Nurture’, que está inspirado en muchas cosas y, entre ellas, aparece ‘Good Faith’. Y nos damos feedback, nos compartimos técnicas… Creo que nuestras carreras van a seguir conectadas. Es algo muy importante. Y, a la vez, me gusta tener algunas partes de mi sonido que él no tiene y diferenciarme, mantenerme único. Al final del día, hay cosas de nuestra música que son diferentes. Hay una especie de hermandad entre ambas carreras. Definitivamente, no sería el mismo artista si no fuera por Porter Robinson, y me gusta pensar que he influenciado su trayectoria.”

Cerremos con un comentario de Latinoamérica… ¡Ibas a venir para Lollapalooza!

“Oh, sí. Es una lástima que no haya sucedido. Tengo muchas ganas de ir. Latinoamérica ha sido, sinceramente, uno de los mejores públicos de toda mi carrera. El último show que hice antes de la pandemia fue en México y fue, probablemente, uno de los tres mejores shows de mi vida. Ir a Sudamérica es una prioridad para nosotros, apenas el mundo nos deje que eso suceda…”