“Estoy en constante movimiento, super entregada a fluir”, dice convencida Mai Lawson desde su nueva base en la península de Yucatán. La argentina decidió emprender una nueva aventura en plena pandemia y ya está cosechando los frutos de un movimiento arriesgado. “Al principio de la pandemia, como a todos, me cambió bastante todo. Me mudé a Córdoba con mis padres, con todo lo que eso implicaba. Pero nunca perdí la calma, continúe haciendo música y streamings. A su vez, daba clases online de DJ con Arjaus”, nos cuenta sobre los primeros meses de incertidumbre.

“Tulum era el único lugar en el mundo que estaba abierto, y más para los DJs”, dice Mai. “Había fiestas por todos lados. Me cansé de verlo por las redes y me compré un pasaje con la certeza y corazonada de que me iba a ir bien. Aun sin conocer nada, ni a nadie, algo adentro mío me decía que tenía que venir. Vendí mis compacteras, una guitarra y me fui. Con susto, miedo y toda revolucionada emocionalmente.” 

“Me cansé de verlo por las redes y me compré un pasaje con la certeza y corazonada de que me iba a ir bien.”

En sus propias palabras, el proceso fue muy duro. Cambió la comodidad de su Argentina natal y la calidez de su familia y sus amigos por un desafío. Alejada de la zona de confort, tuvo que arreglárselas sin las comodidades que disfrutaba en su día a día, de su casa propia a la Invasión, uno de los barrios más humildes de Tulum. “Me caminaban cucarachas cuando dormía”, confiesa. “Lo cuento sin vergüenza porque así fue. De ser una princesa en Argentina, pasé a vivir esta experiencia.”

Al principio, vivía en Playa del Carmen y se tomaba tres combis para llegar a Tulum a tocar. “Me daba un miedo… No conocía nada y las combis cortaban a las 12 de la noche. Si las perdía, no tenía donde dormir”, explica. Rápidamente, la apuesta empezó a dar sus frutos. Comenzó a tocar en mejores lugares, como Azulik, Mia, It Tulum, Vagalume y Ahau, y a compartir cabina con los mejores DJs del mundo. “Empecé a viajar por todo México y eso me permitió mudarme a un mejor barrio y vivir más tranquila.”

Comenzó su programa de radio en el que todos los DJs que llegan a Tulum, o que están ahí, quieren ser entrevistados y tocar. Al poco tiempo, la empezaron a llamar los bookers de Tulum, de todo México y de los Estados Unidos. “Que ellos me convoquen, que me den los lugares de main y me consideren, para mi es una caricia al alma. Es todo lo que necesitaba que me suceda, que la gente conozca mi música y la quiera compartir conmigo.”

“Es todo lo que necesitaba que me suceda, que la gente conozca mi música y la quiera compartir conmigo.”

“Me escriben muchísimo a través de mis redes sociales preguntándome cómo hice. Mi padre siempre me dice: ‘cuando hay compromiso, no existen los límites’. Amo mi profesión, amo mi trabajo y adoro trabajar para la gente y darles alegrías. Me vine con lo justo, pero me vine segura de que iba a suceder, ¡y sucedió! Hay que tener confianza, paciencia y trabajar mucho, claro…”

Con confianza y trabajo, el presente de Mai despegó y permitió sacarse de encima todos sus miedos. La gira por los Estados Unidos fue el momento que terminó por confirmar su presente. Después de haber tocado en Nueva York hacía diez años, y en Hawai y San Francisco en una gira en el 2015, se dio el lujo de poner música en ciudades como Atlante y Miami, en clubes como Do Not Sit o Boho, y de compartir cabina con artistas como Blondish. “¡Fue todo maravilloso! Ahora, tengo un tour nuevo en el que voy a ir a Nueva York, San Francisco, Atlanta, Chicago y Miami”, nos cuenta feliz.

A pesar del prometedor presente, la distancia no es algo que se pueda olvidar. “Sin mi madre y mi padre que les hago videollamada todos los días, no hubiera podido”, nos confiesa emocionada. Los extraña mucho y se nota apenas empieza a hablar de ellos. “Nunca estuve más de tres meses fuera de casa y ya llevo siete. Tengo una familia y unos amigues increíbles. Están conmigo siempre conectados.”

Con ese apoyo a la distancia, Mai pretende continuar por la senda del éxito y las buenas noticias. Hay novedades por delante que aún no puede contarnos en detalle pero se la nota emocionada. Y deja en claro lo que nos estuvo diciendo durante toda la conversación. “En 13 años de carrera, me ha pasado de todo hermoso pero, sin dudas, lo mejor que le pasó a mi carrera hasta ahora fue venirme a vivir a Tulum.”