En una escena electrónica global donde el groove puede diluirse entre fórmulas predecibles, Rony Seikaly sigue demostrando por qué es un nombre que se sostiene por mérito propio. Su nuevo trabajo, Mariposa EP, que vio la luz a través de su sello Stride, es otra muestra de la madurez sonora que el artista ha cultivado con el tiempo: tres cortes precisos, elegantes y profundamente conectados con la pista de baile.

Lejos de ser una estrella reciclada del deporte —recordemos que brilló en la NBA—, Seikaly se ha consolidado como un productor de house respetado y consistente, con un enfoque honesto y visceral hacia la música. Su EP anterior escaló al Top 20 de Beatport, y Mariposa parece listo para seguir ese mismo camino. Aquí no hay trucos, solo música bien hecha.

El tema que da nombre al EP abre con una atmósfera cálida, sensual, donde las vocales suaves y un piano envolvente construyen una narrativa emocional sin caer en lo cursi. «Mami», el segundo track, ahonda en un terreno más hipnótico, con un bajo envolvente y percusiones que seducen sin estridencias. Y cerrando el recorrido, “New Day” brilla como una pieza de house etéreo, liviano, con vocales delicadas y una línea melódica que parece elevarte sin esfuerzo.

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Más allá del sonido, este lanzamiento también dice mucho sobre Stride, su plataforma creativa. En un mercado saturado de sellos impersonales, Stride se perfila como un faro de coherencia artística. Y Seikaly, con su ojo curatorial bien afinado, no sólo lanza música, sino que plantea una estética, una dirección.

En tiempos donde el hype muchas veces supera al contenido, Rony Seikaly mantiene su autenticidad como bandera. Con el respaldo de artistas como Bedouin, Seth Troxler, Joseph Capriati o Guy Gerber, y con un sonido que se sostiene tanto en el estudio como en el booth, Mariposa EP es otra prueba de que cuando se trata de groove y elegancia, Seikaly juega en primera.