La tarde del viernes 20 de abril de 2018 quedará grabada en la mente de los fanáticos de la música de todo el mundo, por las razones equivocadas. Ese día, las noticias de Omán revelaron que Tim Bergling, más conocido como Avicii, había fallecido en el lugar turístico de Mascate. Con los rumores girando aquella noche y los días siguientes, finalmente se reveló que Tim, que había luchado con problemas de salud mental, se había suicidado después de una carrera de inmensa presión siendo el centro de atención.

Con solo 28 años en el momento de su fallecimiento, la noticia se hizo aún más trágica con el lanzamiento de la película documental “Avicii: True Stories”, que se había estrenado solo seis meses antes, y mostraba que la vida de Tim se encaminaba hacia un lugar más positivo después de comenzar a viajar por el mundo con su perro “Liam”, luego de su retiro de los shows en vivo en 2016.

El tiempo que siguió a su partida, mostró a varios DJs y productores de todo el mundo honrar a Avicii en sus sets o en el estudio, con el productor ruso ARTY creando un nuevo single llamado “TIM” como un tributo al sueco o el público en Tomorrowland flameando una enorme bandera en el escenario principal en recuerdo del artista.

Ya sea por sus logros, que fueron muchos, o por su trágico desenlace, la figura de Avicii se ha ganado un lugar de importancia en la historia de la música electrónica. Su meteórico ascenso y su constante lucha quedarán grabadas en la mente de sus fanáticos y de toda una escena que ha visto reflejadas en él todas sus ansiedades e inseguridades.

Desde la muerte de Avicii, la salud mental ha ganado terreno en las carreras de los artistas y todos somos un poco más conscientes de lo que puede suceder cuando las presiones agobian a los seres humanos. Si algo podemos asegurar es que el paso de Tim Bergling por este mundo no fue en vano.