Fotos: Esteban Salino Tarditti
Recién fui el lunes, después de las primeras tres funciones y de haber intentado no mirar videos, fotos ni comentarios de los fanáticos y/o colegas que llenaron las redes. No fue fácil escaparse de esa necesidad que tenemos en 2018 de mostrar todo lo que hacemos pero bastante bien lo llevé adelante. Más allá de saber que el tracklist contaría con canciones de Massive Attack o de Depeche Mode y que, por ejemplo, Javier Zuker iba a estar acompañando con el bajo, me comprometí a esquivar cualquier tipo de información que pudiera arruinarme alguna sorpresa.
La figura de Hernán Cattaneo en la Argentina está rodeada de una serie de características que son difíciles de analizar. Más allá de sus dotes a la hora de mezclar música -y de seleccionarla, por supuesto-, hay más de una cuestión que se escapa de lo estrictamente musical y lo lleva a ocupar esa posición de privilegio dentro de la escena. Una posición que, a veinte años de aquella residencia en Clubland, le permitió presentarse en un espacio que, a priori, parecía ser el más alejado para los DJs y animadores de la cultura electrónica. Un espacio que de seguro nunca hubiera imaginado cuando comenzaba a dar sus primeros pasos, en las presentaciones amateur en el Club Italiano frente a sus amigos.
Si analizamos esas características que lo ponen en ese lugar de privilegio, creo que deberíamos hablar de la sencillez con la que se ha mostrado siempre, pero no puedo asegurarlo. Haber sido elegido por Paul Oakenfold para viajar junto a él, sin dudas, debe haber sido también algo importante. Ni hablar de lo que vino después, convirtiéndose en el argentino que mejor nos representaba a nivel internacional, codeándose con las grandes figuras que, durante la década del noventa, se habían dedicado a darle cuerpo a una escena más global -un lugar donde Hernán se ha instalado y, al parecer, un lugar de donde no piensa irse. La claridad de su mensaje y la honestidad que siempre ha querido imprimir en sus presentaciones parecen haber terminado de consolidadar su imagen. Eso, sumado a una clarísima y coherente propuesta sonora, ligada a una rama de la música electrónica desde hace muchos años, deben haber ayudado. En fin, todos esos pequeños engranajes se combinaron para que la máquina funcione y Hernán se convirtió en el primer DJ en subirse a las tablas del Teatro Colón, una de las salas más emblemáticas del mundo, con un curriculum notable y una arquitectura que solo se puede apreciar estando ahí dentro.
Los que vivimos en la música electrónica tenemos bien claro quién es y qué ha estado haciendo este último tiempo pero, además de regalarnos una bella jornada en un lugar impensado, Hernán abrió el juego. Cientos de medios tradicionales entrevistaron y hablaron del “DJ que llegó al Colón” y eso nos expuso frente a los poco conocedores. Llevó a la electrónica local a un plano diferente, donde no sólo existen los boliches y discotecas y sus siempre mal enfocados conflictos sociales, sino que pudo poner a la música como punto central, epicentro de una escena que tiene variantes que de tantas que son, se complica enumerar.
Todo esto lo sabía antes de entrar al Teatro Colón, un espacio icónico para el mundo entero que ocupa un lugar de privilegio en la cultura latinoamericana y es uno de nuestros más grandes orgullos. Lo que no sabía era que iba salir enamorado de la escena como nunca antes al ver el increíble esfuerzo de un grupo de personas que bien podrían haber descansado en sus laureles y, sin embargo, dieron un paso hacia adelante para que todos hablemos, de una vez por todas, del futuro de una música electrónica más consolidada en la Argentina, apoyada por sectores ajenos a los clubes de baile y con el visto bueno de una sociedad que, hace pocos meses, aseguraba que debían prohibirla.
En un marco tan imponente, el show se definió por una selección musical en donde abundaron los clásicos del género, algunos de los que Cattaneo ha estado nombrando a diestra y siniestra en las miles de entrevistas que ha dado en estos años. Secundado en la cabina por sus amigos y colegas de Soundexille, Pablo Carr y Oliverio Sofía, quienes aportaban los sonidos eldetrónicos al mixer manejado por Hernán, el DJ recibió las visitas ocasionales de varios colaboradores que se sumaron y aportaton lo suyo, como Javier Zuker en el bajo, Mercurio en la guitarra o las voces de Richard Coleman u Oriana Favaro, entre otros que abajo detallaremos. Los arreglos sinfónicos, a cargo del gran Gerardo Gardelín, destacaron a lo largo de toda la velada y fueron el catalizador para hacer la experiencia aún más placentera. Con más de cincuenta músicos en escena, el Colón vibró de manera inédita ante los acordes de canciones legendarias como «From Here To Eternity» del gran Giorgio Moroder y «Whistle Song» de Frankie Knuckles -dos responsables directos del presente de la música electrónica- y otras más actuales como «Tuesday Maybe» del dúo que compone Nick Warren -quien aportó lo suyo durante la performance- junto a Jody Wisternoff o «Dizzy Moments» del israelí Guy J. Todas estas, junto a algunas producciones de su propia autoría que se animó a sumar, enviando un mensaje sanador que vaya más allá de los puristas: la música electrónica es más música que otra cosa.
La representación cultural tradicional del Teatro Colón abre sus puertas al mestizaje musical y la música electrónica se vistió de gala, permitiéndose ir en busca de su lugar en la sociedad, por más grande o chico que sea. Nada será de un día para el otro. Claro. Lo cierto es que hubo clásicos de Frankie Knuckles, Depeche Mode y Chemical Brothers que sonaron en la mítica sala porteña y todos los sentimos como un triunfo. De aquí en más, Cattaneo será recordado como el DJ que llegó al Colón y la música electrónica pasará a ser acogida como cultura en la consideración de muchos que, hasta ahora, la pensaban como mala palabra.
STAFF:
Dirección general: Hernán Cattaneo
Dirección orquestal y versión sinfónica: Gerardo Gardelín
Versión electrónica: Oliverio Sofía y Baunder (Pablo Carr)
Dirección y puesta visual en escena: Sergio Lacroix
Artistas invitados:
Richard Coleman –Voz-
Josefina Silveyra –Voz-
Oriana Favaro –Voz-
Nick Warren –Percusión-
Leandro Fresco –Voz-
Martin Keledjian –Cello-
Mercurio –Guitarra-
Zuker –Bajo-
CONNECTED AL AIRE LIBRE
El próximo sábado 3 de marzo, a las 22 hs tendrá lugar el último show de “Connected” en Dorrego y Figueroa Alcorta con entrada libre y gratuita.
Por: Hernán Pandelo
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