Burning Man es uno de los festivales más innovadores del mundo del entretenimiento. Es una experiencia completa que incluye el armado de una comunidad en medio de la nada, bajo el calor del desierto, entre gente en busca de todo tipo de arte.
Por 27 años, Burning Man se mantuvo en la misma locación, un espacio que ya muchos llaman
hogar. Ahora, los organizadores buscan renovar por diez años su presencia en el Black Rock Desert a través de un permiso que, para ser aprobado, tiene que pasar un análisis de impacto ambiental de parte de NEPA, Agencia Nacional de Ambiente norteamericana.
Según Burning Man, la declaración de impacto ambiental ha aumentado considerablemente con los años. En 1991, era sólo un permiso de una página. Después, en 2012, pasó a ser un documento de 343 páginas con una evaluación de la zona y el impacto que el evento tiene en el ambiente.
Este festival se jacta con orgullo de ser el más grande en llevar adelante la idea de “No Dejar Rastros” –“Leave No Trace” y tiene su edición de 2018 asegurada. Los estudios comenzarán para el año próximo y durarán un año y medio en completarse. “Durante los años, el crecimiento ha sido planeado cuidadosamente y ayudó a asegurar nuestra sustentabilidad como una organización, un evento o una cultura”, aseguraron desde Burning Man. “Es nuestro hogar y queremos asegurarnos el hecho de juntarnos ahí como todos los años.”
Este año hubo polémica, luego de una foto que develó como dejaron el predio luego del festival. Si estás pensando en ir el año próximo, puedes empezar a hacer cuentas aquí.