Desde: Madrid, España
Suena como: Indira Paganotto
Tres canciones: “Yellow Lambo”, “Yamaha”, “Death Valley”
A Indira Paganotto, el hecho de haberse involucrado en la música electrónica a muy temprana edad le permitió no ejercer otros trabajos. Cuando tenía 17 años lanzó su primer vinilo y, de ahí en más, su carrera fue ganando terreno en su agenda. “Siempre supe que mi vida estaría enraizada en una línea creativa. Todo lo que tenía que ver con estrujar mi mente y alma para crear algo, me emocionaba. Me introduje en el mundo de la música desde pequeña”, recuerda.
Sus primeras influencias fueron, como ocurre en muchos casos, aquellos artistas que sus padres solían escuchar. Por un lado, la música clásica y la ópera que escuchaba su madre y, por el otro, el goa trance y el acid jazz que escuchaba su padre. “Mis primeras influencias musicales las heredé de unos padres que me dieron una infancia muy rica en cuanto al amor por el arte en sí”, asegura nostálgica. Con esa base ecléctica de sonidos, la joven Indira fue involucrándose en el mundo de la música, junto con las historias que le contaba su padre, quien vivió 10 años como médico sin fronteras en Asia. “Solía escuchar historias emocionantes de mi padre en la India”, nos cuenta. “Cuando no estaba trabajando, iba a tocar a Goa en las fiestas de la playa. Eso me hizo crecer con esa pasión y me hizo ver la música desde una perspectiva emocional y respetuosa”, ilustra. “Eso me hizo querer ser como él, querer vivir cada momento como si fuera el último y aprovechar los regalos que se nos han dado.”
Tras escuchar ese llamado desde su interior para hacer música y convertirse en DJ, a los 16 años, ya tocaba los vinilos de su padre y empezó a tocar en los clubes de sus amigos de Gran Canaria horas antes de que abrieran sus puertas. “Al año siguiente me metí en la producción y saqué mi primer vinilo ‘Underground Love’ en el sello de Ian Pooley. Ahí es donde comenzó mi apasionante historia en la escena electrónica.”
Durante los primeros años de su carrera, Indira logró tocar en clubes legendarios como Harry Klein en Munich, Rex club en Paris y el Egg Club de Londres, entre muchos otros. “Todo esto, siendo una adolescente y sin apenas conocer la escena. No tenía prisa de llegar a ningún lugar”, agrega respecto a un proceso que ya lleva más de una década, donde ha adoptado una forma de vivir que le permite expresar lo que la hace feliz y le permite crecer. “Poder lanzar vinilos en mis primeros días y compartir estudio con artistas míticos y respetados de la escena como Ian Pooley, creó una base interesante para mí, en lo que respecta al sonido que tengo ahora.”
Como anticipamos, la música ha sido lo único que ha tenido lugar en su espacio laboral. Una carrera en ascenso constante que la ha mantenido satisfecha. Ahora, desde hace un par de años, su visión como artista parece estar definida, con un enfoque profesional y su propio lenguaje en la producción, una de las cosas más difíciles de conseguir como artista. “Yo vivo con la música todos los días. Si no estoy en el estudio, estoy escuchando algún vinilo, viendo tutoriales o escuchando podcasts de nuevos artistas. Siempre trato de actualizarme. Más que ‘ganarme la vida de esta manera’, yo diría que ‘vivo para esto’.”
En medio de ese proceso, se han presentado varios momentos memorables. Hacer giras por Asia y poder tocar en las playas de Goa como lo hacía su padre fueron algunos de sus más grandes triunfos. Ahora, celebra la llegada de Phase Insane Records, su propio sello discográfico que contará con lanzamientos en vinilo. “Estoy en el mejor momento de mi carrera”, describe. “Quiero devolver a la escena todo lo que me ha dado: la ilusión, la pureza, la emoción, el respeto, la intensidad, la locura… todo lo que he vivido. Trato de plasmar eso en mis producciones y sesiones, de expresar todos esos sentimientos positivos.”
La plataforma nació gracias a esa idea. Una sensación de plenitud y confianza que la llevó a asociarse con Unkle Fon. “Phase Insane Records es la mezcla perfecta entre arte y música, ya que el arte de los vinilos serán miniaturas de pinturas reales del artista David Morago. Cada lanzamiento será una pequeña obra de arte al alcance de todos”, se jacta. “En cuanto a la parte musical, queremos que sea un sello atemporal, fuera de las modas y los negocios. Solo publicaremos la música que nos guste y que hable nuestro propio idioma, siempre bajo la línea del techno, por supuesto.”
El aislamiento fue importante en este nuevo camino. Alejada del frenesí y la energía de las discotecas, su concentración pasó de lleno al estudio y la producción. “No pienso en otra cosa. Vivo lejos de la ciudad y no veo las noticias. Prefiero estar un poco fuera porque soy muy sensible y cualquier agente externo puede trastornar mi equilibrio a la hora de producir”, se sincera respecto al presente que la tiene trabajando en su próximo álbum de estudio, el cual llegará también por Phase Insane Records. “Elegiré los temas que más me han marcado en estos diez años y agregaré nuevas producciones”, dice con alegría. Antes, se viene el “Jungle EP” en OFF Recordings, un nuevo lanzamiento que llega acompañado de una remezcla de Oliver Deutschmann.
Con la producción está ocupando gran parte de su rutina diaria, Indira parece sentirse cómoda. En febrero, llegará un compilado para Octopus Recordings y se espera la llegada de remixes que hizo para Dusty Kid y Axel Karakasis en los próximos meses. No hay dudas de que escucharemos más de ella en el futuro…