Empezando de cero

Empezando de cero

Viajamos a Tulum para vivir la increíble experiencia que regala Day Zero…

Artículos | Por DJ Mag Latinoamérica | 30 de enero de 2020

Texto: SERGIO YANKELEVICH

Fotos: JULIAN CASSADY & JULIANA BERNSTEIN

 

Otro año más en donde teníamos la suerte de participar de uno de los eventos más importantes de Tulum, la fiesta del legendario DJ, productor y dueño de sello Damian Lazarus: Day Zero. Esta vez, la cita elegida tuvo lugar el viernes 10 de enero y, al igual que su última edición, el lugar elegido fue el cenote Dos Ojos, uno de los tantos cenotes naturales que tienen lugar en medio de la selva. En fin, un contexto inmejorable para lo que es Tulum y para el ethos de una fiesta que crece con cada nueva edición.

 

El ingreso imita lo que hicieron el año pasado. Dejamos el auto en un pueblo a 5 kilómetros del evento llamado Chemuyil y nos subimos a uno de los buses que nos llevan hasta el evento. Está lleno de gente de todo tipo de nacionalidades esperando llegar al lugar donde se realiza algo más que una simple fiesta electrónica. Contamos una buena cantidad de buses. Quizás sean el doble que los que había el año pasado. Al parecer, aprendieron de la edición pasada y la entrada se siente un poco más ágil. Nadie debe perderse a su DJ favorito esperando un bus a kilómetros de distancia. Por suerte, no nos pasa nada parecido.

 

Al llegar al predio, una primera radiografía visual del lugar nos devuelve varias certezas: son dos escenarios, el principal y otro llamado The Club. Este segundo presenta algunas sorpresas con varios artistas más ligados al techno y, para ser sinceros, la respuesta del público confirma la jugada de los organizadores.

 

Apenas ingresamos nos encontramos con puestos de comida y tiendas de ropa. La gente que asiste al evento se mezcla con personas disfrazada de mayas que recorren las diferentes zonas y sorprenden al público con diferentes destrezas, un hecho que se concreta con énfasis en la zona del teatro, donde se realizan performances en vivo. Allí, la música en directo se combina con imágenes, convirtiéndose en el sector más experimental y tranquilo donde uno puede ubicarse.

 

Day Zero

 

El venue está lleno, como anticipaban desde la organización cuando anunciaron el sold out. Algunos, nos dicen, llegaron a pagar hasta 500 dólares por un ticket. Pasamos por una de las zonas de relax, donde la gente descansa en medio de tanta intensidad, y nos sentimos en una historia en medio de la selva. Un cuento maya, lo llamamos.

 

Sobre el mainstage, Black Coffee cierra su presentación para darle lugar a Bedouin, a quien nos detenemos a escuchar por un buen rato. Su música acompaña perfecto al contexto. Vale la pena prestarle algo de atención y valorar el lugar en el que nos encontramos. La reflexión llega a nosotros. Es un bueno momento, como nos dice el título del evento, para empezar de cero. Es aquí donde damos inicio a este 2020 tan prometedor.

 

Day Zero

 

Cuando casi dan las 4 de la mañana, partimos a The Club en busca de los sonidos de Art Deparment, aunque nos distraemos en el camino, lleno de música y luces. Un cenote llamado “Go Get Lost” aparece frente a nosotros. Es pequeño y no se accede al agua pero si a las cuevas. Nada mal para sumar a la experiencia.

 

Cuando Art Department termina su sesión y cede las bandejas a Ae:Ther, quien prepara todo lo que necesita para su live show, volvemos a ver qué está haciendo Luciano en la estructura principal. Su música tiene la magia necesaria para ser uno de los protagonistas de la noche, quizás, opacado solamente por lo que nos daría más tarde el propio Lazarus.

 

Se hace de día y ya no hay tantos acróbatas. Son muñecos gigantes los que aparecen en el medio de la pista. Por momentos, toda la selva y el cenote se llenan de humo de colores. ¡Mágica situación! El sol busca entrar entre los árboles a escuchar junto a nosotros la música del jefe Damian Lazarus, alguien que hace esta fiesta hace más de 15 años y entiende muy bien por dónde debe ir.

 

El jefe de Crosstown Rebels pasea a los asistentes por varios géneros. Es el alma de la fiesta y su sesión se extiende por unas tres horas. Para el cierre, que durará mucho tiempo más, Luciano se suma y el back to back llena de energía a los presentes. Absorbemos su energía mientras podemos. Una vez más, empezamos de cero.

 

Day Zero