Regina Baer, cofundadora de Tresor, ha fallecido. La noticia fue confirmada a través de un comunicado publicado por el cofundador del legendario club berlinés, Dimitri Hegemann.
Baer falleció el 21 de julio tras una larga batalla contra una “grave enfermedad”, según el comunicado, en el que se rinde homenaje a la mujer que desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la vida nocturna y la cultura musical en la capital alemana durante las últimas tres décadas. Puedes leer el comunicado completo a continuación.
Baer desempeñó un papel decisivo en el establecimiento de Tresor como uno de los locales de música techno más emblemáticos del mundo. Fue una de las primeras en entrar en el lugar original, que entonces era un centro comercial abandonado, cuando le dijo a Hegemann que “lo dejara todo como estaba”. También se le atribuye el mérito de haber “dirigido y moldeado la historia” como gerente de Globus. Más tarde, tuvo una “influencia decisiva” en la creación del espacio cultural y de espectáculos Kraftwerk, que actualmente alberga una serie de exposiciones y eventos para celebrar los 31 años de Tresor.
Baer también creó la Fundación Tresor, una organización sin fines de lucro que trabaja en la adquisición de inmuebles para protegerlos de la especulación y el desarrollo, y salvaguardar su futuro para usos comunitarios, benéficos, culturales y creativos. Mientras tanto, se refiere a los restaurantes Schwarzenraben y Weltrestaurant Markthalle como “asuntos cercanos a su corazón”.
“La historia de Tresor, y de hecho de toda la vida nocturna de Berlín, sería diferente sin su energía, su impulso, su visión, su creatividad, su disciplina y su capacidad para llevar a los demás con ella y motivarlos. Era una mujer increíblemente fuerte que sabía exactamente lo que quería en una escena que, en su mayoría, seguía estando dominada por los hombres, y nunca se dejó intimidar ni siquiera por los más grandes”, escribió Hegemann.
“Era abierta, honesta, humana y compasiva, y una de las mujeres y personas más fuertes que he conocido, a la vez que tenía un gran sentido del humor que casi nunca se le escapaba. Su verdadero espíritu era tan convincente como contagioso”, continúa el comunicado. “Su muerte abre un doloroso agujero en nuestras vidas. Tal y como la conocemos, ya está trabajando en un club mágico en el más allá, donde todos nos alegraremos de ser habituales algún día. Amor y paz para siempre”.